Gerardo Figueroa, un rostro conocido en las afueras de la escuela Guía Técnica de Danlí, El Paraíso, oriente de Honduras, donde durante tres décadas ha sido un vendedor de minutas constante y confiable.
Gerardo ha sacado adelante a sus hijos y ha mantenido su hogar gracias a su trabajo. En una entrevista con el medio Canal 24 Danlí, compartió que a lo largo de los años ha enfrentado días de bajas ventas, especialmente durante la temporada de lluvias, cuando las personas evitan salir a las calles.
Figueroa relató que, en un día hace en ventas 800 lempiras y sus ganancias son de 400 lempiras; aunque no es mucho, dijo que le permitía salir adelante el día a día.
Gerardo encuentra en su labor diaria una forma de llevar la bendición a su hogar. Con dedicación y esfuerzo, ha logrado mantener su negocio a lo largo de los años, convirtiéndose en un reconocido minutero en la zona.
Con cada venta, Gerardo ofrece no solo sus productos, sino también una sonrisa amable y un servicio diligente. Su presencia constante en el mismo lugar durante tanto tiempo ha generado confianza y lealtad entre los estudiantes y residentes locales.
"Hay que poner a Dios en primer lugar, Él abre puertas", dijo don Figueroa, resaltando la importancia de la fe en su vida y su trabajo como emprendedor.
A pesar de los desafíos y cambios en el entorno, Gerardo se mantiene firme en su labor, demostrando que la perseverancia y la pasión pueden llevar a una vida digna y satisfactoria. Su historia es un testimonio del valor del trabajo arduo y la determinación para superar obstáculos, incluso en situaciones adversas.
En Honduras, hay aproximadamente 147,317 micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), según una publicación de Forbes Centroamérica basada en un estudio del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe.
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