Juan Sabillón, portavoz de la DPI, explicó que estos vehículos, provenientes de otros países, tienen sus números de serie de chasis y motor adulterados para poder venderlos.

"Singularmente, estos casos solo involucran la revisión o boleta de circulación de la unidad, sin la entrega del título de propiedad u otros documentos", subrayó Sabillón.

La DPI enfatizó que estos vehículos robados se comercializan a un precio más bajo y los vendedores hacen creer al comprador que los documentos se han extraviado.

Esta banda que opera en Honduras está dirigida por un miembro de la pandilla Barrio 18, quien cuenta con aliados que tramitan en instituciones del Estado.

"Esta banda está organizada por un líder de la Pandilla 18, que tiene miembros del grupo delictivo trabajando como tramitadores en las cercanías del Instituto de la Propiedad (IP)," señaló Sabillón.

Estos individuos obtienen el título de propiedad con el que se venden los vehículos. Luego, los llevan a un taller para alterar la serie o número del motor o chasis que aparece en el título de propiedad.

Posteriormente, con el título de propiedad, se dirigen a una agencia bancaria para pagar la reposición de la boleta de circulación, y una vez que obtienen el documento, comienzan a vender los vehículos.

Las autoridades instan a la población hondureña a denunciar este tipo de casos para prevenir más robos.

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