Siete de cada diez personas en Honduras se quejan de tener problemas de empleo. En el país, cerca de un millón están desalentados; es decir, se encuentran desocupados y ya perdieron la esperanza de hallar una oportunidad.

Los entendidos en el tema arguyen que uno de los factores que ha contribuido a estancar la generación de puestos de trabajo es la caída de la inversión directa.

Los informes estadísticos detallan que, en la última década, la llegada de recursos externos ha disminuido en al menos 70 por ciento. De 1,400 millones de dólares, la suma cayó a alrededor de 400 millones de dólares.

En 2015, el capital extranjero invertido en Honduras fue de un poco más de 1,200 millones de dólares; en 2016 y 2017, llegó a 1,100 millones; en 2018, apenas rondó los 961 millones; y en el período 2019-2021, dicho monto cayó hasta los 498 ó 400 millones.

Dirigentes de los sectores comercial e industrial tienen un criterio uniforme en el sentido que mientras no se den las condiciones apropiadas para atraer recursos foráneos, no habrá un terreno fértil para la creación de puestos de trabajo.

Los conocedores de dicha problemática han recomendado a los diferentes actores que se comprometan con la concertación de una política de apertura de puestos de trabajo, mientras son ajustados los esquemas especiales como el trabajo temporal.

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Como se sabe, la Comisión de Dictamen del Poder Legislativo iniciará esta semana una consulta entre los representantes de la empresa privada, los trabajadores e incluso los representantes de los desempleados, en torno al empleo por hora, vigente desde 2014.

Es necesario conocer si se está dando cumplimiento a la Ley de Empleo por Hora, han señalado fuentes del Congreso Nacional consultados por HRN.

El proyecto para anular la Ley de Empleo por Hora debe debatirse a la luz de las condiciones del trabajo decente en Honduras, con el objetivo de impulsar el crecimiento económico y el progreso social, han razonado defensores de los Derechos Humanos.

A nivel nacional son 699,000 los hondureños acogidos a la modalidad de trabajo por jornada parcial. Las cifras de las cámaras de comercio señalan que en Tegucigalpa hay más de 400,000 hondureños beneficiados y en San Pedro Sula son 227,000.

El resto están distribuidos en La Ceiba, Atlántida; Choluteca; Danlí, El Paraíso; Comayagua; El Progreso, Yoro; y Santa Rosa, en el occidental departamento de Copán.

Si la ley es anulada, los sectores más afectados serán el turismo, donde unos 100,000 hondureños tienen ingresos gracias al empleo por hora, y las pequeñas y medianas empresas (PYMES).

Hay que hacer notar que, este último segmento no ha logrado rescatar la recuperación ni siquiera del 50 por ciento de los 300,000 empleos perdidos a causa de la pandemia. Y si la Ley de Empleo por Hora es derogada, se perderán todos los puestos de trabajo que aún están en pie.

Los entendidos en la lectura de los problemas de la realidad nacional sostienen que la clave para abrir más fuentes de trabajo y aliviar la pobreza es crear las condiciones que faciliten la llegada de más inversión.