El documento publicado por el CNA señaló la baja productividad legislativa y altos gastos en sueldos, viáticos y otros beneficios, a pesar de las parálisis legislativas y la limitada actividad parlamentaria y señaló que, durante el año 2023, se destinaron más de 508 millones de lempiras al pago de sueldos y salarios.

Además, se incluyeron más de 139 millones de lempiras solamente en concepto de viáticos, pasajes y otros gastos relacionados, a pesar de la reducida actividad legislativa observada.

Y es que la entidad de sociedad civil detalló que este período se caracterizó por tener solamente 42 sesiones plenarias de las 104 posibles, en las cuales se aprobaron únicamente 59 decretos, muchos de los cuales se centraron en condecoraciones y establecimiento de días nacionales, lo que refleja una significativa disminución en la producción legislativa en comparación con años anteriores.

Además, el informe criticó el proceder de los diputados, quienes, a pesar de la inactividad legislativa durante más de 130 días debido a las parálisis legislativas, continuaron recibiendo sus salarios mensuales sin inconvenientes.

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Esta situación, según el CNA, se agravó por la falta de rendición de cuentas sobre las subvenciones, las cuales oscilaron entre 13 a 15 millones de lempiras mensuales, sumando más de 112 millones en los primeros 10 meses del año pasado.

De diagnóstico a denuncia

Gabriela Castellanos, directora del CNA, expresó su preocupación por esta situación, argumentando que los diputados actuales no representan adecuadamente a la población y destacando el derroche de fondos estatales sin una rendición de cuentas apropiada.

"Los viáticos y los viajes son el mayor gasto en el Congreso Nacional (...). Lo que exigimos a los diputados es que se pongan los pantalones y empiecen a trabajar", manifestó Castellanos a los medios de comunicación tras la presentación del informe del CNA.

Por otro lado, el CNA advirtió que, aunque este informe es un diagnóstico de la situación, podría convertirse en una denuncia formal, buscando el respaldo de la ciudadanía hondureña para exigir un cambio en la conducta de los funcionarios públicos.

¿Qué perciben los diputados?

Oved López, diputado de Libertad y Refundación (Libre), sugirió que detrás de los informes del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) existe un activismo político.

Al respecto, criticó a Gabriela Castellanos, directora de la entidad, insinuando que sus acciones están motivadas por aspiraciones políticas personales, específicamente su deseo de convertirse en diputada.

Entretanto, Carlos Umaña, diputado del Partido Salvador de Honduras (PSH), considera que el informe del CNA debe ser tomado con serenidad por los diputados, viéndolo como una crítica constructiva.

Para el congresista, esta actitud sugiere una apertura hacia la autoevaluación y la mejora continua en la función legislativa, en la que debe destacar la importancia de reflexionar sobre las observaciones externas para potenciar la eficacia y transparencia del Congreso Nacional.

Por su parte, María Antonieta Mejía, diputada del Partido Nacional (PN), responsabilizó a Luis Redondo, presidente del CN, por la presentación del informe del CNA que tilda a los miembros del Congreso de corruptos.

Por lo anterior, la parlamentaria sugirió una defensa frente a las acusaciones y una posible desviación de la responsabilidad hacia la gestión de Redondo, implicando un conflicto político interno y una disputa sobre la legitimidad y la imparcialidad del informe del CNA.

(Artículo de Javier Álvarez con el apoyo de la Inteligencia Artificial).

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