¿Siente que paga demasiado por el recibo de la luz mes a mes? Siente que en lugar de que los costos bajen, el servicio eléctrico cada vez es más caro, de mala calidad, si es que no está sufriendo de algún apagón.

En una columna anterior comentamos un poco de la historia del subsector eléctrico y como las declaratorias de emergencia y contrataciones directas no han tenido resultado en resolver la problemática del país. Por el contrario, la población ha sufrido de constantes interrupciones al suministro eléctrico y pagar la energía mas cara de Centroamérica.

Tal y como sucedió en 2008 durante el gobierno del Poder Ciudadano, el actual gobierno decreto Emergencia en el Subsector Eléctrico y aprobó la Ley Especial para garantizar el Servicio de la Energía Eléctrica como un bien público de Seguridad Nacional y un Derecho Humano de Naturaleza Económica y Social.

Esta ley tenía dos metas específicas, la primera, renegociar los precios de los contratos de plantas en operación comercial. Incluso, articulo 4 de mencionada Ley establecía que, si las empresas generadoras no aceptaban renegociar sus precios, serian sujetos a expropiación vía la adquisición de justiprecio. Claramente este articulo estaba dirigido a contratos de plantas que estaban en operación e inyectando al sistema eléctrico. Esta tarea la ENEE la debía llevar a cabo en un periodo de 60 días, plazo que finalizo en agosto de 2022, es decir, hace 20 meses.

Por otro lado, también mandaba a la ENEE a depurar y rescindir contratos que no habían entrado en operación comercial, y para ello daba un plazo de 1 año. El objetivo de este articulo era limpiar la cartera de proyectos de energía y así tener una mejor planificación a futuro. Cabe recordar que en el subsector eléctrico cuando una planta incumple y no entra en operación, el país se queda sin ese suministro por lo que se ve obligada a importarla de Centroamérica, o en su defecto, a racionar la energía.

A casi 2 años de la aprobación de la Ley de Energía la sorpresa es que este marco legal pareciera que fue utilizado para reactivar contratos que habían estado inoperantes por mas de 4 años. Adicionalmente, en algunos contratos, las condiciones originales son totalmente diferentes a las que la ENEE esta estableciendo ahora. Se identifican cambios en la tecnología, ubicación, duración del contrato, precio y la capacidad o magnitud de la planta.  

Lo más preocupante de todo es que la ENEE primero se comprometió a depurar alrededor de 94 contratos y negó tener conocimiento de la instalación de una planta en la zona norte del país. Ahora la defiende como su relacionador público, tratando de justificar los cambios realizados.

Aquí es donde se generan muchas dudas que se hace la población hondureña. ¿Cuál era el propósito y urgencia de aprobar una Ley de Energía, rebajar los precios de los contratos de generación o reactivar contratos que habían estado inoperantes?

Aquí el Congreso Nacional tiene un rol histórico y una oportunidad única de enmendar muchos de los errores que se han cometido en el pasado no permitiendo que se aprueben contratos que sean lesivos para las finanzas de la ENEE y sobre todo, del pueblo hondureño.