Es un mal crónico. Los hospitales y centros de salud, en su mayoría, siguen en situación calamitosa: sin medicamentos, ni insumos y con un equipo viejo o en desuso por falta de mantenimiento.

El sistema de salud pública de Honduras permanece en estado comatoso. Es el país que presenta los problemas de mayor gravedad en toda el área centroamericana, tal como lo refleja un informe que sitúa en 40 por ciento el Índice de Acceso y Calidad de Atención Medica.

Los médicos y personal de enfermería del Hospital El Tórax se han declarado en calamidad. Denunciaron que trabajan “con las manos vacías”, porque no hay ni algodón, ni jeringas, ni guantes, ni medicamentos; además, el equipo está en malas condiciones.

El Instituto Nacional Cardiopulmonar está en coma, han subrayado los doctores y el resto de personal sanitario que se han visto obligados a salir a protestar para pedir la urgente intervención de las autoridades.

De acuerdo con su testimonio, la crisis es de tal magnitud que han tenido que utilizar el algodón de las toallas sanitarias y colocarse los guantes que son empleados en la panadería.

Los escasos insumos en existencia deben ser usados de indistintamente y los equipos para la realización de estudios no funcionan. Los pacientes están siempre en riesgo de muerte.

Las necesidades en las instituciones de atención psiquiátrica son mayúsculas. Los pacientes del Hospital Mario Mendoza de la capital denunciaron que no hay medicamentos.

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En San Pedro Sula, Cortés, los enfermos que asisten al sistema sanitario público tienen que esperar un mínimo de cuatro horas para ser atendidos y, si tienen la fortuna de ser evaluados por los médicos, se encuentran con que tienen que comprar las medicinas recetadas.

En general, la red asistencial del país se encuentra en estado de miseria, a causa de todos los males que se han sumado por varias décadas y debido a la politización de la salud en el actual Gobierno.

En la gestión en curso parece una tarea todavía más difícil plantear soluciones a los conflictos crónicos de la salud. El ministro, José Manuel Matheu, ha estado enfrentado con sus mismos colegas, con los diputados de su propio partido y con los Colectivos de Libre.

Las demandas por el nombramiento de personal de primera línea, los reclamos de medicamentos, insumos y equipo, igual como las presiones para mejorar la calidad y la cobertura de los servicios, conspiran contra la población enferma de Honduras.

Los problemas del sector salud son crónicos y no han podido ser enfrentado de manera integrada, ni en las administraciones anteriores, tampoco en la actual gestión.

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