Frente a la negociación del salario mínimo, el economista hondureño Rodulio Perdomo propone que más allá de llegar a acuerdos, también se hable de cambiar el sistema de fijación de los salarios mínimos para que sea en base a la escolaridad y no en base a actividad económica, ni al tamaño de la empresa.
“Desde el año 1973 a la fecha no se ha cambiado el método que ya está truncado, de tal manera que el salario mínimo al final se convierte en salario máximo", expuso.
Por ejemplo, llega un ingeniero eléctrico recién graduado a trabajar a una empresa de energía y no es ilegal que le ofrezcan el salario mínimo; es decir, "le van a ofrecer 12 mil lempiras y no es ilegal, porque existe una ley de salario mínimo, pero no es lo justo para quienes se han preparado”.
¿Por qué ocurre esto?, porque el salario mínimo hondureño no está estructurado en base al grado de escolaridad, sino que está hecho de acuerdo al sector de actividad
económica y al tamaño de la empresa; es decir, una empresa que tiene más de 200 trabajadores les va a pagar hasta 10 mil lempiras y lo mismo a alguien que trabaje allí
como ingeniero; entonces el salario mínimo en Honduras es una forma para que no exista ascenso social.
Perdomo también es del criterio que cuando se habla en Honduras de una negociación del salario si traduce en aprobar más de lo mismo, ya que aún no hay un cambio de sistema de fijación.
“Por lo tanto, es recomendable que si no hay un ambiente en el cambio de un incremento, entonces se debería negociar en función de los sectores más sensibles como ser salud, alimentación y transporte, tomando el índice de esos sectores
y sobre eso negociar", dijo Perdomo.
Obreros avalan propuesta
Por su parte, José Luis Baquedano, reconocido representante de la clase obrera, consideró que la propuesta es acertada y debería ser tomada muy en cuenta para el beneficio de muchos.
Baquedano apuntó, “primero, habría que revisar todo el andamiaje jurídico que tenemos, porque existe una ley, para ver si se puede readecuar, porque los tiempos cambian. Ya tenemos más de 30 años de estar con el mismo método de negociación".
El dirigente sindical dijo que no es justo ni lógico que trabajadores que están en el rango del salario mínimo y que muchos de ellos no tienen una formación profesional, estén ganando casi igual a lo que devenga un egresado de la universidad.
"Todo eso creo que hay que valorarlo porque no es justo que el salario mínimo esté compitiendo con el salario de los profesionales", sentenció.
