Las medidas de bioseguridad deben ser extremas para contener la diseminación del virus que provoca el covid-19 en los primeros meses del 2021, cuando se espera que la pandemia recrudezca y que deje una mayor mortalidad.

La alarma se impone entre los empresarios y los pequeños y medianos emprendedores, ante una eventual paralización focalizada para contener la diseminación del patógeno.

Tal y como fue anticipado en la última semana del 2020, la Mesa Multisectorial espera darle forma a un programa de restricciones en áreas consideradas como los mayores focos de infección y en los días de más circulación.

Miembros de la instancia encargada de definir las medidas de contención y manejo de la pandemia, han efectuado una evaluación de cómo evoluciona la emergencia y, según los resultados, los mercados y las unidades de transporte público son los núcleos de la diseminación del patógeno.

Además, los estudios arrojan que los fines de semana es cuando se observa una circulación desatada de personas que se vuelve "temeraria", dado que casi nadie adopta medidas de protección frente al virus.

Las disposiciones para limitar el flujo de la población regresarían los fines de semana.

Se deduce que, en todo caso, no se produciría un cierre total de la economía a partir de la segunda quincena de enero como ya se ha advertido, pero no deja de causar sobresaltos entre los empresarios, industriales y emprendedores.

Los informes de finales de año, señalan que ocho de cada diez empresas sufrieron una caída de 60 por ciento en sus actividades, en un contexto sumamente negativo, con una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de entre ocho y diez por ciento y una elevación en los niveles de desempleo de entre cinco y siete por ciento.

No obstante, los pequeños empresarios tienen la esperanza de levantarse de la crisis que ha golpeado a Honduras. Para ello es indispensable crear un clima de certidumbre y no de riesgos.

Si el país no sale adelante y si la economía no es reactivada, la situación social de la mayoría de los hondureños va a empeorar y las finanzas estarán seriamente comprometidas el año entrante, proyectan representantes de la empresa privada.

En la presente coyuntura cobra todavía más vigencia el equilibrio entre la salvaguardia de la salud de la población y la dinámica que debe mantener la economía.

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