El 15 de enero el volcán de Tonga entró en erupción, causando una explosión que se sintió hasta en Estados Unidos y provocó un tsunami en el Pacífico.

La erupción del volcán tuvo una duración de ocho minutos, fue tan fuerte que se escuchó a más de 800 kilómetros de distancia, de acuerdo con la información de BBC.

Debido a la explosión de volcán Tonga, los países como Japón y Chile activaron sus alertas de tsunami.

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¿Cómo fue la explosión?

El volcán está adentro de lo que se conoce como una caldera, que es una depresión en forma de cráter que se va haciendo en cada explosión y es ahí donde se produce la explosión.

El magma, rico en gases, está a una temperatura que ronda los mil grados Celsius, en el momento de la erupción entra en contacto bruscamente con el agua marina, que está mucho más fría.

En ese momento se genera una fenómeno conocido como "interacción combustible-refrigerante". Al contacto con el agua, el magma se fractura y se inicia una reacción en cadena.

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Cuando los nuevos fragmentos de magma fracturado entran en contacto con el agua generan nuevas explosiones, que a su vez lanzan partículas y detonaciones a velocidad supersónica.

El geólogo Shane Cronin de la Universidad de Auckland, ha estudiado el volcán de Tonga durante años, y explicó que la reacción ocurrió entre 150 y 200 metros por debajo del nivel del mar.

A esa profundidad hay superficie agua suficiente para desencadenar la reacción en cadena, pero no tanta como para suprimir la actividad explosiva.

De acuerdo con el geólogo, un evento de esas dimensiones ocurre una vez cada 900 años. La última gran erupción se registró en el año 1,110.