El Gobierno del presidente Daniel Ortega permitió este sábado la visita de hijos -por primera vez- a 2 de los 190 opositores que se encuentran encarcelados, en el marco de la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril de 2018.

El periodista Miguel Mora, que aspiró a ser candidato presidencial por la oposición en las elecciones generales de noviembre pasado, y la disidente Támara Dávila, recibieron a sus hijos en la Dirección de Auxilio Judicial, donde funciona la cárcel conocida como "Chipote", según relataron sus familiares en una conferencia de prensa telemática.

"¡Gloria a Dios!. Lo logramos", clamó Mora -fundador, propietario y exdirector del canal de televisión 100 % Noticias, clausurado por el Gobierno sandinista en el marco de la crisis y que ahora se transmite en plataforma digital-, al ver a su hijo, un joven con discapacidad motora, narró su esposa, la también periodista Verónica Chávez.

Chávez contó que el encuentro entre su esposo y su hijo, después de casi 14 meses separados, fue emotivo.

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Según el testimonio de la periodista, su hijo le preguntó a su padre: "¿Papá, qué estás haciendo?", y Mora respondió: "Construyendo una casa con bases sólidas para que todos estemos bien".

El periodista nicaragüense Miguel Mora, en una fotografía de archivo. EFE/Jorge Torres

"¿Y tu Miguelito, qué estás haciendo?", inquirió el periodista y su hijo le respondió: "Yo oro por tí, papá", comentó Chávez, que se declaró feliz, emocionada y con el alma en dos, y dio gracias a Dios por ese encuentro.

Mora, según sus familiares, llevaba 56 días en rebeldía en prisión con el fin de poder ver a su hijo.

Piden intervención del ICR

La dirigente opositora Támara Dávila también recibió la visita de su hija, de 6 años, y a quien no veía desde que fue detenida, en junio de 2021, dijo, por su lado, su hermana Ana Álvarez.

"Estoy feliz de ver finalmente a mi hija. Esto debió haber sucedido desde el primer día, como es nuestro derecho", expresó Dávila, según su hermana.

La disidente nicaragüense Támara Dávila, en una fotografía de archivo. EFE/Jorge Torres

En su mensaje, la dirigente encarcelada dijo que "una sola visita no es suficiente" y exigió que "se permitan de inmediato visitas y llamadas regulares de todos los hijos e hijas menores y con discapacidad a sus madres y padres presos políticos, incluyendo a quienes se encuentran fuera del país".

Durante la visita, relató la hermana, encontraron a Dávila "fuerte, digna y feliz por el encuentro con su hija", aunque con una pérdida de peso notable producto de una huelga de hambre que mantuvo por cinco días.

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Dávila, dirigente de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco, y la disidente que, de acuerdo con organismos humanitarios y familiares, ha pasado mayor tiempo en aislamiento en prisión, había iniciado un ayuno con el objetivo de que el Gobierno le permitiera ser visitada por su hija.

Sus familiares demandaron que se permita de inmediato una visita de todos los hijos a sus padres y madres presas, y una videollamada a los que se encuentran fuera de Nicaragua.

También garantizar visitas regulares cada 15 días y llamadas telefónicas semanales con familiares, como lo establecen las leyes de Nicaragua.

Además, autorizar a comisiones de derechos humanos y al Comité de la Cruz Roja Internacional el ingreso a la Dirección de Auxilio Judicial "para constatar el estado de salud de nuestros familiares".

Mora y Dávila fueron detenidos a mediados de 2021 en medio de una ola de arrestos contra opositores, en el marco de las elecciones generales, en las que Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, resultaron reelegidos, con 7 de sus adversarios en prisión.

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