A solo dos semanas para que se lleven a cabo las elecciones generales en Honduras, el tono de la confrontación se ha desbordado como lo pone de manifiesto el asesinato de Francisco Gaitán, el alcalde de Cantarranas, Francisco Morazán.

No es el único hecho trágico ocurrido el fin de semana. El aspirante a regidor de San Luis, Santa Bárbara, por el Partido Libre, Elvin Casaña, fue abatido a balas.

Se informó, asimismo, que una persona -quien fue identificado como Gustavo Castellanos- falleció en un tiroteo durante una concentración proselitista en San Jerónimo, Copán.

Como se sabe, la semana anterior, el regidor de Santiago de Puringla, La Paz, Óscar Moya, murió de manera violenta en una finca del sector, mientras sujetos armados acabaron el mes pasado con la vida de Napoleón Muñoz,  nominado a un puesto municipal en Choloma, Cortés.

Los informes del Observatorio de la Universidad Nacional revelan que, en lo que va de este año, se han perpetrado unos 30 homicidios y, entre el 23 de diciembre de 2020 y el 25 de octubre de 2021, se registraron 64 casos de violencia política, concentrados principalmente en Francisco Morazán, Cortés y Olancho.

Los ánimos se han exacerbado entre los líderes, militantes y simpatizantes, un extremo que ha sido repudiado por diversos sectores. El cardenal Oscar Andrés Rodríguez dijo que la campaña política "no vale ni una sola gota de sangre de nadie", a la vez que exhortó a los aspirantes a enviar mensajes de respeto a la vida.

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La campaña política marcada por mensajes de odio no abona en nada a la democracia ni a la solución de los problemas del país. Así lo han reiterado líderes de la empresa privada, de la iglesia, académicos y analistas que observan con preocupación el nivel de confrontación, a pocos días de la consulta del 28 de noviembre.

Los consejeros electorales han invitado a los que corren para cargos en los niveles presidencial, legislativo y municipal a no generar más rivalidades y, en su lugar, privilegiar la tolerancia.

Una exhortación con el mismo acento han hecho la Asociación de Municipios de Honduras (AMHON), y el Foro Nacional de Convergencia (FONAC), cuyos funcionarios observan con inquietud que los discursos de los aspirantes estén cargados de descalificación y términos que desembocan en la alteración de la paz.

La representación de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Honduras, ha invitado a los nominados a puestos políticos a debatir propuestas y planes de Gobierno en forma pacífica y democrática.

En el terreno de la contienda electoral, los líderes, aspirantes y simpatizantes han hecho caso omiso al reclamo de los diferentes sectores para generar un ambiente de civismo, paz y certidumbre de cara a las justas del 28 de noviembre.

Asociaciones que batallan contra la corrupción y los espacios integrados por defensores de la vida, del ambiente y de los derechos humanos que están del lado del diálogo, han alertado que existe una "arremetida"  que hay que detener cuanto antes.

Porque los mensajes se han tornado muy "violentos" y "extremos", en detrimento del debate, de la pluralidad de pensamiento y de los empeños para construir una visión de país.

Son los ciudadanos quienes deben decidir, con su voto depositado con consciencia, el camino que ha de marcar el futuro de Honduras, que por ahora está inclinado por la pobreza, la injusticia social, el debilitamiento económico, la criminalidad y la impunidad. 

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