Las proyecciones del gobierno y las estimaciones de los organismos internacionales concuerdan en que el Producto Interno Bruto de Honduras crecerá al término de este año entre 4 y 4.5 por ciento.

Los economistas locales, en su mayoría, estiman que las proyecciones no podrán cumplirse en las circunstancias actuales, dominadas por un alto endeudamiento, la caída libre de las inversiones, el estancamiento del aparato productivo y la paralización de las empresas y de la industria.

Ante tales condiciones desfavorables toma un mayor interés la visita al país de una misión del Fondo Monetario Internacional, porque está muy ligada con una revisión de cuáles son las posibilidades de Honduras de sacar a flote una economía que no podrá levantarse si no está alineada con un eficiente abordaje de la pandemia.

En su más reciente llegada a Honduras, con motivo de la tercera revisión del programa económico, el Fondo Monetario propuso el desembolso de 2,200 millones de lempiras en apoyo al país.

Asimismo, los personeros del organismo externo destacaron que Honduras tomó medidas encaminadas a amortiguar la crisis derivada de la pandemia.

Entre estas disposiciones se encuentran la reducción de la tasa de política monetaria, la provisión de liquidez, esquemas para garantizar nuevos créditos y apoyo a la reestructuración de los créditos.

Los entendidos en cuestiones de economía y finanzas aseveran que Honduras no podrá recuperarse hasta 2024 o más prolongado en el tiempo, toda vez que se ponga en marcha una verdadera reactivación sobre una satisfactoria gestión de la urgencia sanitaria.

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