La economía de Honduras crecerá en un rango de entre 3,2 % y 5,2 % en 2021 y 2022, mientras que la inflación se ubicará en ese periodo en 4 %, según proyecciones del Banco Central hondureño divulgadas este viernes.

El presidente del Banco Central de Honduras (BCH), Wilfredo Cerrato, presentó en una rueda de prensa el Programa Monetario 2021-2022, que detalla que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) se ubicará entre "3,2 % y 5,2 %" para 2021 y 2022.

Se espera que los sectores que más contribuirán a esa expansión sean la intermediación financiera, comercio, hoteles y restaurantes, transporte y almacenamiento, agregó el funcionario.

Sin embargo, el país centroamericano podría recuperar hasta el tercer trimestre de 2023 los niveles de producción que tenía antes de la pandemia, que deja hasta ahora más de 185.000 contagios y 4.527 muertos, señaló.

Destacó que la pandemia de covid-19 ha causado un "efecto fuerte" en Honduras, a lo que se suman los daños que dejaron las tormentas tropicales Eta e Iota, que azotaron Centroamérica en noviembre pasado.

El organismo hondureño prevé que la inflación se ubique en 4 % al cierre de 2021, considerando que se mantendría "una brecha de producto negativa, lo que representa menores presiones inflacionarias por el lado de la demanda agregada".

Para 2022, según el emisor, se prevén presiones inflacionarias moderadas por la demanda agregada, en línea con la recuperación de la actividad económica.

En 2021 y 2022, se pronostica que las reservas internacionales cubran el equivalente a 7,5 meses de importaciones

"Estamos en un momento histórico, sólido, con más razón las cosas se deben manejar con más responsabilidad porque la responsabilidad es mayor", subrayó Cerrato.

Honduras espera que las exportaciones crezcan un 10,1 % en 2021 y el 4,8 % en 2022, mientras que se pronostica que las importaciones aumenten el 19 % este año y un 4,5 % en 2022.

El Banco Central reafirmó su compromiso de analizar periódicamente la coyuntura y perspectivas del entorno nacional e internacional, adecuando su conducción de política monetaria con el fin de mantener niveles de liquidez del sistema financiero congruentes con la estabilidad de precios.

En el contexto internacional, la actividad económica mundial observó "una contracción histórica de 3,5 % en 2020, como consecuencia de los efectos de la crisis sanitaria a nivel global, situación que obligó a los gobiernos a implementar medidas de distanciamiento social, provocando inicialmente una fuerte disminución del consumo, la inversión y en el comercio mundial de bienes y servicios", añadió.

No obstante, el PIB mundial señala "una recuperación en el segundo semestre del año, reflejando un repunte en el gasto agregado a medida se flexibilizaron las restricciones de movilidad", indicó el Banco Central. EFE

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