La situación de vulnerabilidad se agudizará en el período entre junio y agosto en Honduras. Se estima que para entonces, dos millones 600,000 hondureños estarán en emergencia y en crisis por inseguridad alimentaria.
Esto significa que el número de personas en tal nivel de riesgo se incrementará en al menos 200,000. Entre marzo y mayo, la suma de habitantes en riesgo alimentario está proyectado en 2.4 millones, pero este sector poblacional se elevará a 2.6 millones en el segundo semestre.
Un estudio realizado por organismos de la sociedad civil y de instituciones externas, revela que la tercera parte de la población presentará las peores condiciones alimentarias en comparación con los períodos anteriores.
La situación de mayor riesgo, por su grado de severidad, está prevista para los habitantes de los departamentos de Gracias a Dios, La Paz, Lempira, Santa Bárbara, Intibucá. Y por la magnitud del fenómeno, debido a la población afectada, se suman Cortés, Francisco Morazán, Yoro y Olancho.
Los estudiosos levantados con fundamento en las proyecciones climáticas y de cosecha agrícola, revelan que en el segundo semestre prevalecerán los altos precios de los insumos, mientras que los granos básicos conservarán una tendencia alcista más allá del promedio de los últimos cinco años.
Los productores y los entendidos en la cuestión agrícola, han alertado que para el lapso junio-agosto es necesario mantener una cercana observación de las condiciones que podrían incidir en la pérdida de los cultivos a causa de la sequía, igual como la extensión de la pobreza.
También hay que vigilar el aumento de la emigración irregular, la inflación y el encarecimiento de los insumos agropecuarios que tendrán un peso negativo sobre la disponibilidad y el acceso de la población a los alimentos.
Cerca de 400,000 personas estarían en situación de emergencia y dos millones 300,000 pobladores se enfrentarán a una crisis a causa de la inseguridad alimentaria para el segundo semestre de este año.
El análisis elaborado por instituciones internacionales, organismos de la sociedad civil y académicos han recomendado intervenir de inmediato, mediante un programa de ayuda alimentaria, asistencia monetaria y redistribución de activos.
Hoy día, Honduras es el país con la más baja cobertura social. La mayoría de la población está en predicado. El índice de desarrollo humano es el más bajo del área centroamericana, entre otras razones porque es más pronunciada la falta de medios para el cultivo de la tierra y reducido el acceso a los alimentos.
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