"A mi nación, así como al mundo entero: soy inocente, soy víctima de una
venganza y una conspiración por parte de los grupos del crimen organizado y
enemigos políticos", dice Hernández (conocido como JOH) en la carta que fue dada a conocer por su esposa, Ana García, a los medios de comunicación.

En la cuenta regresiva para el juicio, el expresidente afirmó que todas las acusaciones en su contra son "falsas e injustas" y recordó a los altos funcionarios de Estados Unidos que lo conocieron y presenciaron su desempeño durante su gestión en la lucha contra el narcotráfico.

"Manifiesto que los altos funcionarios de Estados Unidos que sirvieron en la época en que yo me desempeñé como Presidente del Congreso Nacional (2010-2014) y Presidente de Honduras (2014-2022), son conocedores de nuestra lucha y nuestras acciones contra el narcotráfico, crimen organizado y la violencia que desangraba a Honduras y generaba luto y dolor como nunca a nuestro pueblo", expresó el exmandatario.

Juan Orlando Hernández enfrenta acusaciones en EE.UU. relacionadas con el narcotráfico. Se le acusa de traficar aproximadamente 500,000 kilogramos de cocaína a Estados Unidos y de recibir un millón de dólares de Joaquín "El Chapo" Guzmán. Los cargos incluyen conspiración para importar sustancias controladas, uso y porte de armas de fuego en apoyo a la importación de narcóticos, y participación en una conspiración violenta de narcotráfico que involucra cargamentos de múltiples toneladas de cocaína desde países como Venezuela y Colombia.

Ante las acusaciones, Hernández Alvarado indicó en la carta que la lucha contra el narcotráfico, la reforma constitucional para la extradición, entre otras acciones, fueron conocidas por las autoridades estadounidenses como el actual presidente Joe Biden, antes vicepresidente, los altos funcionarios del Departamento de Estado, Embajadores y funcionarios de USA en Honduras.

En ese sentido, el expresidente reiteró que todo es origen de una venganza, que lo llevó a estar en una cárcel recluido, lejos de su familia y su patria. Ante lo que está aconteciendo en su vida, dijo que luchará hasta las últimas consecuencias.

Tras casi dos años de haber sido extraditado el 21 de abril de 2022, el expresidente hondureño se encuentra privado de libertad en el Centro Correccional Metropolitano, de 12 pisos, ubicado en Brooklyn, Nueva York.

Hernández y su defensa han solicitado al juez Castel un prórroga de 90 a 180 días; sin embargo, el juicio se mantiene par el 20 de febrero.

Ante la fecha estipulada para el juicio, el expresidente manifestó que eso le causa un enorme perjuicio, 'una indefensión' porque alega que no está sometido a un juicio justo.

Hernández lamentó que bloquearon toda posibilidad para que su familia en Honduras pudiesen pudiera recolectar fondos para pagar los gastos de la defensa.

La caída de Juan Orlando Hernández

Hernández Alvarado decidió buscar la reelección como presidente en 2017, una decisión que no fue bien recibida por algunos sectores del país, dado que el período de gobierno en Honduras es de cuatro años.

En noviembre de ese mismo año, alias JOH ganó las elecciones, pero su triunfo fue objeto de fuertes cuestionamientos debido a la incertidumbre sobre su legitimidad. Desde 2018 hasta 2022, Hernández enfrentó críticas, especialmente después de que Estados Unidos extraditara a su hermano por tráfico de drogas.

Para las elecciones generales de noviembre de 2021, una mayoría de hondureños ya no quería a Hernández en el poder ni al partido político que representaba, lo que facilitó el triunfo del partido Libertad y Refundación (Libre).

El 28 de enero de 2022, Juan Orlando Hernández prestó juramento en una ceremonia virtual como diputado de pleno derecho del Parlamento Centroamericano (Parlacen) en representación de su país.

En febrero de ese mismo año, Estados Unidos hizo pública la solicitud de extradición del expresidente y un grupo de agentes policiales lo arrestó en su domicilio. A partir de entonces, inició su calvario.

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