Una vez que ha sido derogada la Ley del Empleo por Hora, le toca al Gobierno impulsar políticas públicas y le compete al Congreso aprobar iniciativas orientadas a la generación de puestos laborales.
Ésta es la exigencia de la iniciativa privada, cuyos dirigentes han recriminado que si el Gobierno se resiste a entender que los empresarios son su mejor socio, Honduras "no irá a ningún lado".
El sector de los empresarios y de los industriales ha lanzado otro reto a la presidente Xiomara Castro y a los diputados que se han pronunciado por la eliminación del modelo del empleo por hora: Que generen puestos laborales para todos los hondureños que van a quedar "en la calle".
Las pequeñas y medianas empresas son las que van a resistir los golpes más fuertes de la decisión que enterrar el esquema de trabajo no permanente.
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Los representantes de las PYMES advirtieron que han comenzado a revisar sus costos de producción y sus planillas para determinar cuántos espacios de trabajo tienen que ser cancelados, a raíz de la eliminación de la Ley del Empleo por Hora.
Los emprendimientos no tienen capacidad para la contratación de trabajadores en jornadas completas, menos todavía porque apenas y han logrado reanudar sus actividades después de varios meses de confinamiento por la emergencia sanitaria.
Y en la industria del turismo 270,000 plazas temporales se recuperaron en el presente período; sin embargo, es un hecho que volverán a ser clausurados por motivo de la anulación del empleo por hora. Desde que fue puesto en vigencia, este esquema llegó a beneficiar, a una población de 700,000 personas.
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