En medio del año electoral que atraviesa Honduras y en plena recuperación económica tras la pandemia del covid-19 y los fenómenos naturales Eta y Iota, miles de hondureños se han quedado sin acceso a créditos financieros para adquisición de viviendas sociales, producto de la desocupación.

"Al tener bastante gente desempleada, no habrá capacidad de responder a las deudas contraídas", expresó a HRN el director ejecutivo de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), Silvio Larios.

Aún con la intención de ampliar las tasas por parte del gobierno, la ausencia de un trabajo fijo y de una estabilidad financiera ha convertido estos programas en una "utopía" para miles de personas.

"La ciudadanía necesita una adecuada capacidad de ingresos y puestos seguros de trabajo, acá no existe un flujo garantizado mes a mes. En Honduras se vive en una economía de supervivencia", añadió el entrevistado.

El pasado 28 de febrero, el gobierno de Juan Orlando Hernández, en conjunto con Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (Ahiba) y el Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (Banhprovi), anunció la creación del programa "Vivienda social para una vida mejor", el cual contemplaba tasas de un 5% y primas de un 3% para acceso a vivienda social en ciudadanos con ingresos medios.

Larios señaló en última instancia que "de las casi nueve mil viviendas sociales que se pretendían construir para este año, quizá se logre construir un máximo de tres mil", equivalente a un 33.3 por ciento.

De acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la tasa de desempleo en Honduras subió en 3.82 puntos porcentuales durante 2020, con un alza que pasó del 5.57 al 9.39 por ciento.

Otro informe, publicado el pasado 27 de marzo por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y titulado "Situación del empleo durante la crisis de la covid-19 y recomendaciones para la recuperación económica", estimó que la tasa subió de un 5.7 a un 10.9 por ciento,

En este sentido, se estimó que alrededor de 400 mil personas quedaron sin trabajo en el contexto de la pandemia.

La publicación de la UNAH precisó, además, que el rubro más golpeado fue agricultura, seguido por educación, salud, construcción y comercio. Los únicos que reportaron subas en volumen de empleados fueron manufactura y servicios de alojamiento y comida.

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