Como resultado de la pandemia, la economía de Honduras retrocederá en cuatro o cinco puntos en 2020; caerá en dos por ciento en 2021; y no será sino hasta 2022 que el Producto Interno Bruto repuntará, pero solamente en uno por ciento.

Antes de la emergencia, el país atravesaba por una situación comprometedora y de una desaceleración se encaminaba a una recesión económica.

Dos mil diecinueve cerró con un crecimiento de 2.5 por ciento, muy inferior a la dinámica que había mostrado en 2018, cuando el Producto Interno Bruto se incrementó en 39 por ciento.

En el sentido opuesto, los años 2012 y 2017 se caracterizan por un mejor comportamiento. El PIB tuvo un movimiento hacia arriba entre 4.1 y 4.8 por ciento.

En la franja entre 2006 y 2010 se dieron dos condiciones encontradas. Y es que en 2006 y 2007, el PIB creció entre 6.6 y 6.2 por ciento, los más altos en los últimos 14 años.

A consecuencia de la crisis política de 2009 que afectó todos los órdenes de la vida nacional, la generación de riqueza retrocedió y se situó en un porcentaje negativo de 2.1.

Con motivo de la pandemia del covid-19, todos los sectores productivos y de servicios no han ocultado su preocupación por la recesión que viene encima.

Las señales ya están dadas y las proyecciones hasta pueden quedarse cortas. Los economistas y estudiosos de las finanzas no se atreven a calcular cuáles serán las consecuencias económicas de la situación sanitaria excepcional.

Las proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe son desalentadoras. En tales estudios se advierte que la región centroamericana sufrirá consecuencias graves que, a su vez, reflejarán el debilitamiento de las economías de Estados Unidos y de México.

Las perspectivas para Costa Rica se basan en un retroceso de 3.6 por ciento de su Producto Interno Bruto; El Salvador, tendrá un declive de tres por ciento; en tanto que la economía de Guatemala mostraría un movimiento negativo de 1.3 por ciento.

En lo que corresponde a Nicaragua y Honduras, los organismos regionales prevén que la economía de estos países se vendría abajo en niveles entre cuatro y seis puntos.

La economía nacional ha recibido el apoyo de 119 millones de dólares de Banco Mundial, el desembolso de 143 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional y 50 millones de dólares otorgados por el Banco Centroamericano de Desarrollo para hacerle frente a los efectos de la urgencia sanitaria.