El expresidente hondureño, Juan Orlando Hernández, se presentó por primera vez este martes ante el juez Kevin Castel en la audiencia de lectura de cargos con un overol color azul, el uniforme carcelario, significando como parte estrategia de la defensa.

Según el abogado José Midence Tercero la vestimenta usada por Hernández en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos, donde está acusado por narcotráfico, es porque el uniforme azul significa un peligro mínimo.

"Lo visten (con traje azul) por que el uniforme azul tiene un mínimo de peligrosidad de la persona que se encuentra detenida", dijo Midence.

Además, detalló que en el sistema carcelario de Estados Unidos existen cuatro tipos de uniforme para sus privados de libertad, indicando que en la cárcel de máxima seguridad en Colorado, los reclusos son vestidos con uniformes rojos.

Pero, los más utilizados son el uniforme de color anaranjado, el uniforme con rayas verticales y el que utilizó el expresidente Hernández, color azul.

Sin embargo, el abogado manifestó que en el procedimiento constitucional se le permite a la defensa presentar a los acusados con traje formal o indumentaria de cárcel.

Pero, señaló que, dependiendo la peligrosidad, el comportamiento interno y cómo se ha comportado la persona desde el arresto y el tipo de delitos, la defensa del acusado puede solicitar un tipo de vestimenta cuando entran a la corte ante el juez.

¿Estrategia?

"No tengo la menor duda que en la próxima corte el expresidente Hernández, pueda ingresar con su traje y corbata, porque es una solicitud que puede hacer la defensa", puntualizó.

JOH se declaró no culpable

El expresidente Juan Orlando Hernández se declaró hoy "no culpable" en audiencia de presentación de cargos ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York.

Por su parte, la fiscalía no presentó pruebas y pidió tiempo, 60 días, para sustentar las pruebas contundentes que tienen contra el exgobernante hondureño.

Ante ello, el juez Kevin Castel anunció que la próxima audiencia será 28 de septiembre de 2022, y posiblemente el inicio del juicio el 17 de enero de 2023.

Hernández es acusado por la justicia estadounidense de delitos relacionados con el narcotráfico y uso de armas.

El expresidente de Honduras (2014-2022) podría enfrentar una pena máxima de cadena perpetua y una mínima de diez años en prisión.

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