La vacuna contra el covid-19 puede dejar algunos efectos secundarios en algunas personas, ya sea en su primera, segunda o tercera dosis, mismos que pueden variar de un organismo a otro y entre estos efectos se encuentra la linfadenopatía, pero, ¿de qué se trata?
Según publicó el medio El Financiero, un estudio del portal Redacción Médica indicó que este es un mal que se detectó en algunas personas que recibieron su primer refuerzo o tercera dosis de la vacuna contra el covid-19, así como en algunas que recibieron apenas la segunda dosis.
Este padecimiento consiste en la inflamación o aumento en el tamaño de algunos ganglios, que son zonas del cuerpo encargadas de almacenar linfocitos o glóbulos blancos, los cuales tienen la función de defender al cuerpo de enfermedades, especialmente de las tumorosas o infecciosas.
Es así que estas inflamaciones pueden encontrarse con mayor frecuencia en las ingle, axilas, el cuello y debajo de la mandíbula, aunque también se encuentran entre los pulmones y en el abdomen.
Por otra parte, el medio internacional detalló que la linfadenopatía puede o no presentar dolor en la zona donde se encuentre dependiendo de su tamaño, pero que pueden tocarse a medida que crecen en el cuerpo.
¿A qué se debe la linfadenopatía?
Según estudios realizados, este padecimiento puede deberse a:
- Heridas en las piernas o infecciones de transmisión sexual, si son en la zona de las ingles.
- Infecciones en los brazos o en el interior del tórax, si son en las axilas. También pueden ser a raíz de un posible cáncer de mama.
- Infecciones en la boca, garganta o dientes, si son en la garganta o cuello. También puede estar ligado a cáncer en la misma zona del cuerpo.
- Heridas en el cuero cabelludo.
- Infecciones en los ojos.
- Cánceres o infecciones pulmonares
- Enfermedades o infecciones por SIDA, en las hepatitis, rubéola, sarampión, herpes, entre otras.
En cualquiera de los casos, si presenta alguna molestia posterior a recibir cualquier de las dosis de la vacuna contra el covid-19 es recomendable que visite su centro médico más cercano y seguir las recomendaciones de su médico.
La enfermedad puede desaparecer por sí sola en algunos casos, sin embargo, es necesaria la evaluación médica y el tratamiento con antibióticos en algunos casos.
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