La medida de pedir visa, que Honduras implementó en respuesta a la acción de Costa Rica, ha desencadenado una serie de consecuencias que afectan a ambas naciones.

La perspectiva empresarial

Rolando Alvarenga, presidente de Fedecámara, expresó su inquietud por la falta de claridad sobre el motivo de esta exigencia y sus posibles repercusiones.

Señaló que esta medida impacta negativamente a ambos países, ya que en Costa Rica residen y trabajan cerca de 20,000 hondureños, y se produce una constante movilización de personas entre ambos países, incluyendo fines turísticos.

"En realidad, esto es bastante preocupante porque todavía no se tiene ver el alcance de esto la repercusión y en realidad cuál el motivo que Costa Rica pidió el visado. Esto definitivamente perjudica ambos países", explicó.

Y agregó: "Recordemos que en Costa Rica hay más de casi cerca de los 20,000 hondureños trabajando, viviendo y hay movilización de personas de familiares etcétera, gente que se mueve por turismo a ambos países y al final repercute porque al final todo esto es móvil, pero a quien más va a afectar es a los comerciantes".

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Los comerciantes, en particular las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), se ven fuertemente afectados, ya que muchas de ellas viajan a Panamá y deben atravesar Costa Rica.

Además, la movilización de productos perecederos y otros bienes es complicada y costosa, lo que influye en los precios y la disponibilidad en Honduras.

El impacto en el transporte de carga

Edgardo Menéndez, dirigente del transporte de carga, también expresó su preocupación. Destacó que hay tratados internacionales entre ambos países que deberían prevalecer sobre las leyes nacionales, y la exigencia de visas podría tener motivos ocultos.

Además, explicó la falta de reciprocidad de Honduras, ya que en Costa Rica ningún trabajador de otro país de Centroamérica puede cargar o descargar sin la intermediación de un costarricense, mientras que en Honduras pueden ejercer dicha práctica trabajadores de otros países.

Menéndez señaló que actualmente realizan unos 9,000 viajes al año, y si se les cobra $34 por visado en cada viaje, los costos aumentarían considerablemente, afectando la estabilidad financiera de los transportistas, pues al mes pagarían unos 25,000 dólares, unos 625,000 lempiras.

Esta situación aumentaría significativamente los costos para los transportistas, lo que podría impactar negativamente en la economía hondureña.

Paralización de servicios y respuesta del Gobierno

Ante esta situación, los transportistas de carga pesada han decidido paralizar sus servicios en Honduras en protesta contra la exigencia de visa consular por parte de Costa Rica.

Es así que, el Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT) ha anunciado sanciones para aquellos que obstruyan las carreteras, señalando que estas acciones son ilegales y serán sancionadas según la ley.

El IHTT también destacó que la exigencia de visa es una decisión de Costa Rica y no de Honduras. El gobierno hondureño, a través de la Cancillería y el IHTT, está brindando facilidades a los conductores hondureños para que cumplan con los requisitos y puedan optar a la visa costarricense.

El trasfondo de la medida

Costa Rica justificó su decisión de exigir visa consular a todos los hondureños que quieran entrar al país citando el aumento del crimen organizado y el sicariato en su territorio.

A pesar de que se están llevando a cabo diálogos entre ambos países para intentar suspender esta exigencia, hasta el momento no se ha dado marcha atrás en ninguna de las dos naciones.

La situación plantea desafíos significativos para las empresas y transportistas hondureños que dependen en gran medida del comercio y la movilización entre estos dos países.

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