Un hombre, identificado como Elder Adonay Montoya, de 36 años, fue la víctima mortal de un un accidente entre dos motocicletas en Carrizales, Esquipulas, Olancho, en el oriente de Honduras durante la noche del lunes 24 de marzo de 2025. Como se aprecia en un vídeo del accidente, viralizando en redes sociales, ambas motocicletas circulaban por dos calles de esa comunidad de Olancho. Sin embargo, uno de los conductores, al llegar a una intersección, iba a alta velocidad e impactó contra el otro de manera violenta. De tal manera, las ambos conductores salieron expulsados tras el impacto: uno cayó sobre el pavimento aún con vida, mientras que el otro cayó en la acera y la pared de una casa, lo que le provocó la muerte inmediata. ¿Qué pasó tras el accidente? Posterior al accidente de las motocicletas, vecinos de la comunidad de Olancho en la que ocurrió el siniestro salieron de sus viviendas para saber qué había ocurrido. Entretanto, un motociclista que cruzaba por la calle se bajó de su medio de transporte y revisó si los involucrados estaban con vida para intentar auxiliarlos. No obstante, pudo constatar que, efectivamente, uno de ellos ya estaba muerto. Hasta el lugar del accidente entre las motocicletas en Olancho llegaron autoridades policiales para hacer las investigaciones preliminares del caso. Alta siniestralidad vial Hasta mediados de marzo de 2025, Honduras registró 3,218 accidentes de tránsito, según datos del Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol). La mayor incidencia se concentra en los departamentos de Francisco Morazán (1,360), Cortés (1,317), Choluteca (141) y Comayagua (73). Estos accidentes viales han dejado un saldo lamentable de 344 personas muertas, siendo Cortés el departamento con más fallecidos (71), seguido de Francisco Morazán (61), Yoro (30) y Comayagua (28). En 2024, el país cerró con un alarmante registro de 17,000 accidentes de tránsito y aproximadamente 1,800 personas fallecidas. Según el Observatorio Nacional de la Violencia de la UNAH (ONV-UNAH), los accidentes de tránsito son la segunda causa de muerte violenta en Honduras, solo por detrás de los homicidios, lo que refleja la urgente necesidad de fortalecer las medidas de prevención y seguridad vial en el territorio nacional.