El lempira ha entrado en un ritmo acelerado de devaluación frente a la divisa estadounidense.

Esto ha generado nerviosismo en algunos sectores. Y es que de 23 lempiras con 88 centavos por cada dólar que era la tasa vigente hace pocas semanas, esta correspondencia ha pasado a 24 lempiras con 25 centavos.

Los entendidos sostienen que este deslizamiento impacta en el coste de los combustibles, ya que por cada centavo que cae el lempira, el galón de los derivados del petróleo se encarece en cinco centavos.

Como consecuencia directa, los productos y los servicios muestran un notable encarecimiento. Los economistas cuestionan cuáles son las razones por las que la moneda local sufre tal descenso en su valor.

Banqueros de prestigio han señalado el riesgo de que la economía se deteriore más en la presente pandemia como resultado de la depreciación de la moneda de curso legal.

Para estos expertos, entre los que figura don Jorge Bueso Arias, el Banco Central de Honduras es el responsable de llevar al lempira a un proceso de debilitamiento sin que existan condiciones determinantes en el mercado.

En las últimas cuatro semanas, el lempira ha retrocedido unos 37 centavos, a razón de uno o dos centavos diarios. después de un período durante el cual la moneda local se apreció y se mantuvo estable.

Banquero Jorge Bueso Arias: 'Sin justificación el Banco Central ha devaluado el lempira en dos o tres centavos diarios'

En réplica, funcionarios de la institución rectora de la política cambiaria y monetaria han afirmado que son los bancos los que han establecido circunstancias que provocan el deslizamiento de la moneda, en un mercado alterable de oferta y demanda.

En los últimos 21 años la moneda de curso se ha devaluado en más de nueve lempiras, lo que corresponde a 60 por ciento. En 2000, la  tasa de cambio era de 15 lempiras.

Entre 2005 y 2012 el valor respecto a la moneda de Los Estados Unidos permaneció en 19 lempiras por cada dólar, según el recuento del Banco Central de Honduras.

Y a partir de 2013, la moneda nacional ha ido deslizándose de manera sostenida hasta alcanzar una relación de 24 lempiras con 25 centavos a la fecha.

Una caída en el valor del lempira tiene un golpe fuerte sobre la población, ya que deriva en una espiral inflacionaria; es decir, una elevación en el costo de vida.

Y entre los empresarios e industriales, la depreciación del lempira crea preocupación por todas las consecuencias que trae aparejada para la competitividad productiva y comercial y para la economía hondureña en su conjunto.

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