Un joven de 13 años apuntó con un arma de fuego a su hermano menor, tras molestarse con él porque saltaba en la cama. Sin imaginarse que el arma estaba cargada apretó el gatillo y le quitó la vida.

Las autoridades de Pensilvania, Estados Unidos, dieron a conocer que el homicidio ocurrió el 22 de noviembre, pero el caso no se hizo público por tratarse de un acusado menor de edad. Además, tampoco se reveló su nombre.

La víctima, identificada como Connor Wolfe, recibió un sólo disparo, por lo que fue llevado a un centro de asistencia médica, donde falleció después de su ingreso.

En el reporte policial se indicó que el menor de 13 años confesó que él había disparado el arma luego de molestarse con sus hermanos por brincar sobre la cama. Sacó la pistola, les apuntó y apretó el gatillo, pero no se imaginó que esta estaba sin seguro.

De acuerdo al informe brindado por People en Español, los menores se encontraban en la casa de una familia y sus padres no estaban presentes al momento del accidente.

Según lo informado en medios internacionales se supo que en la residencia había al menos cinco menores de edades entre 3 y 13 años, pero que estos estaban sin la supresión de un adulto.

El arma estaba cargada y al alcance de los niños.

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