Un adolescente identificado como Ángel Ariel López, de 16 años, murió supuestamente tras recibir un disparo en la cabeza durante un operativo policial en San Marcos de Ocotepeque, occidente del país, el sábado 5 de abril. El caso en el que un adolescente muere ha generado consternación, especialmente tras la versión de los familiares de la víctima, quienes aseguran que el incidente ocurrió cuando Ariel se conducía como copiloto en una motocicleta junto a un amigo y habrían evadido un retén policial ubicado en la salida hacia Sabana Larga. Ángel Ariel López se trasladaba como pasajero en la motocicleta. En ese momento uno de los agentes habría ejecutado un tiro de advertencia que terminó impactando en la cabeza del menor. Ariel fue trasladado de emergencia a un centro asistencial, pero lamentablemente perdió la vida debido a la gravedad de la herida el día domingo. Familiares y personas cercanas a la víctima han expresado su profundo dolor, exigiendo justicia. El niño Ariel, quien trabajaba conmigo durante la temporada de café, era una persona llena de vida, con sueños y esperanza. Lamentablemente fue víctima de una violencia injustificada cuando un miembro de la Policía le disparó en dos ocasiones en un retén , expresó uno de sus allegados a través de un medio local. Adolescente muere y autoridades niegan ataque directo El jefe policial del departamento de Ocotepeque, Miguel Ángel Villatoro, confirmó que se trató de un operativo de rutina y que el disparo fue un intento de advertencia tras la evasión. Sin embargo, otras fuentes sugieren que el menor podría haberse accidentado, porque las dos personas cayeron al suelo tras el impasse con los policías. Esto ha generado dudas sobre la versión oficial. Hasta el momento, Medicina Forense no ha revelado el resultado de la autopsia, mientras los familiares insisten en una investigación profunda, imparcial y transparente que aclare lo sucedido. ¿Qué dice la ley sobre el uso de fuerza de las autoridades? En Honduras, el uso de la fuerza y de armas de fuego por parte de las autoridades está regulado principalmente por la Ley de Policía y de Convivencia Social y la Ley Orgánica de la Policía Nacional. Estas leyes establecen que la fuerza solo debe emplearse cuando sea estrictamente necesaria y después de haber agotado otros medios no violentos. Según el Artículo 39 de la Ley de Policía y de Convivencia Social, la policía puede hacer uso de la fuerza o de instrumentos coactivos en circunstancias específicas, como: Para hacer cumplir decisiones y órdenes de jueces y otras autoridades. Para impedir la inminente o actual comisión de delitos o infracciones. Para asegurar la captura de individuos que deben ser presentados ante la autoridad. Para vencer la resistencia de quien se oponga a una orden policial legítima que deba cumplirse de inmediato.Para defender a otros de una violencia física o psicológica. Para proteger a las personas contra peligros inminentes y graves. Para mantener y restaurar el orden público y la convivencia pacífica. En general, para proteger a cualquier persona víctima de agresión física violenta o psicológica. Además, el Artículo 40 de la misma ley especifica que las armas de fuego solo deben emplearse contra personas en situaciones de defensa propia o de otras personas, en caso de peligro inminente de muerte o lesiones graves. Para evitar la comisión de un delito particularmente grave que represente una seria amenaza. Para detener a una persona que represente ese peligro y oponga resistencia, cuando no sean suficientes medidas menos extremas. En el contexto de un retén policial, si un conductor no se detiene ante la señal de alto, las autoridades deben evaluar la situación cuidadosamente. El uso de armas de fuego solo estaría justificado si la evasión del retén representa una amenaza inmediata y grave para la vida o la integridad física de las personas, y no existen otros medios menos letales para neutralizar dicha amenaza. MÁS NOTICIAS: 'Por evitar un retén policial' tirotean a padre e hijo, en Amarateca