En opinión de los críticos, las autoridades del país deberían de formular una estrategia orientada a potenciar la terminal capitalina, a través de la firma a la que se ha entregado la administración y operación del aeropuerto.
Que no sea sólo un beneficio para la empresa que ha recibido en bandeja de plata el aeropuerto de Tegucigalpa. La comparación es válida en este punto: El Estado dio en concesión el aeropuerto de Palmerola con privilegios grandes, entre los que se pueden enumerar: La extensión del porcentaje de participación de capital nacional, la dispensa de cargos tributarios y la no entrega del canon correspondiente por casi tres décadas.
Grupos representativos de opinión pública sostienen que el aeropuerto de Tegucigalpa tiene una sentencia fatídica con repercusiones sobre la economía, además de un fuerte impacto en el turismo y comercio local.
Los empresarios, industriales y grupos de originarios y residentes del Distrito Central han proyectado que la limitación de las actividades de la terminal aérea traerá la muerte de la capital.
Versados en la temática sostienen, por su parte, que lo más pertinente es que Toncontín sea utilizado para las rutas domésticas y regionales. El objetivo fundamental es que no se deje en el olvido a Tegucigalpa.
Entre tanto, dirigentes del partido en el poder proponen la realización de una consulta amplia para que sean los capitalinos quienes se pronuncien sobre el futuro de Toncontín.
Poniendo en la balanza los distintos argumentos presentados acerca del aeropuerto de Tegucigalpa, se concluye que el Gobierno tendría que buscar avenidas para que la economía local no se desmorone, una vez que Toncontín quede fuera de los itinerarios de las líneas aéreas foráneas.
¿Es una solución que la terminal capitalina quede abierta para rutas domésticas y regionales? Los analistas entrevistados por HRN concuerdan que Sí.
El traslado del aeropuerto capitalino es un tema viejo que está por llegar a su desenlace. Está reactivada la confrontación entre quienes están a favor y los que se expresan en contra de que Toncontín caiga a la escala de una simple pista de despegue y aterrizaje.
Lo que cabe es impulsar un debate con la participación de todos los actores, con vistas a encontrar un equilibrio entre la economía, la industria, el turismo, las múltiples opciones de transporte y conexiones aéreas y las posibilidades de Honduras de colocarse en la pista del desarrollo.
Te puede interesar: La deuda externa de Honduras sube a 11,015.1 millones de dólares en 6 meses
