En 13 por ciento se incrementará el porcentaje de hondureños en crisis o emergencia alimentaria entre el primero y el tercer trimestre de 2021.
En Honduras, dos millones 900 mil personas se encuentran en estado de alta vulnerabilidad por el limitado acceso a los alimentos, pero este grupo de necesitados se incrementará a tres millones 300 mil habitantes, un 13 por ciento, en el período entre julio y septiembre.
Un análisis regional detalla que los departamentos donde la crisis alimentaria es más severa tiene mayor magnitud son: Yoro, Valle, Cortés y Francisco Morazán.
Se han identificado como las principales causas las cuantiosas pérdidas ocasionadas por el paso de los huracanes Eta y Iota en noviembre pasado y los efectos de la pandemia reflejados en la pérdida de ingresos y la escalada en el precio de los bienes de consumo.
Estos datos son coincidentes con un estudio realizado por la organización no gubernamental "Acción contra el Hambre" en el que se destaca que Honduras es el país con la más baja cobertura social para amplios sectores de la población que están rezagados.
La sombrilla de las "incipientes redes de protección social" aún es "muy dispar". Para el caso, únicamente el 14 por ciento de la población hondureña fue asistida por el Gobierno, con lo que se ha puesto en riesgo de caer en la miseria a los segmentos golpeados.
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En contraposición, las autoridades de Guatemala dirigieron sus acciones de beneficio al 30 por ciento de la población, en tanto que la administración de El Salvador brindó asistencia al 50 por ciento de las familias afectadas por la pandemia y la crisis derivada.
Como es conocido, el Producto Interno Bruto de Honduras se desplomó en casi diez por ciento en 2020, aunque esta variable ya mostraba una pronunciada caída antes de la peste y de las tormentas tropicales.
La situación de la mayoría de la población no podía estar en mayor predicado. El índice de desarrollo humano de Honduras es el más bajo del área centroamericana, anclado en la posición 132.
Se quedan cortas estas mediciones. Cuatro de cada 10 hogares vivían con menos de un dólar antes de las emergencias. La posición social ha ido empeorando.
Además, el 96 por ciento de la población económicamente activa trata de salir adelante con menos de dos salarios mínimos. Los economistas y expertos en finanzas han subrayado que más de la mitad de la población económicamente activa apenas sobrevive con los ingresos alcanzados diariamente.
Salvar las plazas laborales, incrementar la generación de riqueza, reactivar la economía y expandir los beneficios sociales, representan un enorme reto para la recuperación del país en medio de la crisis ocasionada por la emergencia.
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