Con la finalidad de mantener el orden y control en los centros penitenciarios y como parte de la dinámica del sistema, al menos 55 privados de libertad fueron trasladados hacia “El Pozo I y II”, en Ilama, Santa Bárbara y Moroceli, El Paraíso, respectivamente, así como a la Penitenciaria Nacional de Támara.

German McNiel, sub director del Instituto Nacional Penitenciario (INP), detallo que los privados de libertad fueron removidos de los centros penitenciarios de: Puerto Cortes, Cortes (19); de El Progreso, Yoro a “El Pozo I”, en Ilama, Santa Bárbara (9), también se recibió (6) del Centro Penitenciario de La Ceiba, Atlántida.

Del establecimiento de Santa Rosa de Copan, Copan se trasladó a (11) a “El Pozo II”, en Moroceli, El Paraíso. Asimismo, a la Penitenciaria Nacional de Tamara se remitió a (10) procedentes del CP de La Ceiba, Atlántida, sumando en su totalidad 55 privados.

Dinámica

El funcionario indico, que los traslados son parte de la dinámica del sistema penitenciario la cual se continuara realizando con el propósito de mantener el orden, control, seguridad y la sana convivencia en la población penitenciaria, evitando que algunos internos traten de ejercer algún tipo de control en el resto de las personas privadas de libertad.

Es de recordar, que el control lo ejercen las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario, y no se va a permitir acciones de mal comportamiento a ninguna persona privada de libertad, somos garantes del respeto a sus derechos fundamentales, pero no permitiremos acciones incorrectas, recalco el subdirector del INP.

Menciono, que hasta hace unos años eran los privados de libertad quienes daban las órdenes en los centros penitenciarios, todo esto ha cambiado a raíz del interés del presidente Juan Orlando Hernández de poner orden y control con la finalidad de devolverle la seguridad, tranquilidad y paz a la población hondureña.

Recalco, que las medidas de control implementadas en el sistema penitenciario han permitido reducir los índices de violencia y criminalidad generada desde las cárceles, esto debido a los traslados de líderes de maras y pandillas a centros penitenciarios de máxima seguridad evitando que puedan girar órdenes para la comisión de delitos.