Alarma entre migrantes. Si es un mujer joven y guapa la que se atreve a cruzar para Estados Unidos, por el desierto de Arizona, seguramente su final estará marcado por una desaparición que no deja rastro.

Las migrantes jóvenes y atractivas están desapareciendo en una zona del desierto de Arizona, denunciaron algunos familiares al grupo de rescate Capellanes del Desierto, que hasta ahora contabiliza al menos una docena en los últimos meses.

Lo peor, es que temen que las guapas jovencitas hayan caído en una red de trata de personas.

"Solamente esta semana acabamos de recibir el reporte de otros dos casos, con estos ya son 12 los que tenemos", dijo Óscar Andrade, director de la organización humanitaria a la agencia internacional de Noticia EFE.

A criterio de Andrade, lo más alarmante es que todos siguen un mismo patrón: mujeres jóvenes, físicamente atractivas y desaparecidas en la misma región del desierto de Arizona.

Las contradicciones de los coyotes

Los familiares afirman a Andrade que los "coyotes" les expresan que dejaron a la mujer en el desierto, porque ya no podía seguir, pero después cambian la versión, contradiciendo que lo más seguro es que las arrestó la Patrulla Fronteriza.

Durante años, Capellanes del Desierto trabajaron en busca de varios desaparecidos. Salen al desierto a buscarlos, en base a las coordenadas o señales que los traficantes de personas le dan a los familiares.

Andrade reveló que en 2022, el número de personas que se reportaron como desaparecidas se aumentó de manera considerable en comparación con 2021.

"Hemos estado recibiendo hasta 20 denuncias por semana", dijo. 

Explicó que, en algunos casos, el grupo tuvo éxito y encontró a los migrantes, a los que se le proporcionan los primeros auxilios.

En otros solo hallaron cuerpos sin vida, empero, en el caso preciso de las guapas mujeres, no encontraron ningún vestigio de las mismas.

"Nosotros contactamos tanto a la Patrulla Fronteriza como a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) para ver si hay una mujer con las características físicas, por si acaso la persona se cambió el nombre, pero nada", destacó Andrade.

Lea también: Detienen en Tijuana, México, a pareja rusa traficante de migrantes

Esposo aún espera a Lizet Baryas

Una de las mujeres atractivas desaparecidas es Lizet Jazmín Baryas, una inmigrante salvadoreña de 23 años, de la que no se tiene noticia desde mayo pasado tras un segundo intento por cruzar el desierto de Arizona.

Baryas buscaba encontrarse con su esposo, Carlos Alexander Arias, quien aún la espera en Estados Unidos.

"Trato de cruzar una vez, pero la arrestaron y la deportaron, después me habló y me dijo que trataría de nuevo. De ahí ya no supe nada de ella", dijo Arias.

Lo último que recibió fue una fotografía de ella en ropa camuflada, lista para cruzar el desierto.

"El traficante me dijo que los descubrió un helicóptero de la Patrulla Fronteriza, que todos corrieron, que de ahí no la volvieron a ver”, expuso Arias.

Sin embargo, “ahora ya el coyote ni siquiera me responde el teléfono", dijo el inmigrante que vive en Chicago. La alarma entre migrantes se hizo más notoria.

La prostitución, el mayor temor

La joven pagó 14.000 dólares a los traficantes para que la llevaran a Estados Unidos.

Pero Arias reveló que su mayor temor “es que esté en manos de la mafia, que la estén prostituyendo, que haya caído en una red de trata de blancas". 

Los temores sobre el destino de las mujeres guapas tienen un hálito de certeza, crearon alarma entre migrantes.

Andrade asegura que en su papel como capellán, conversó con varios coyotes para tratar de conseguir pistas sobre qué podría estar pasando, o cómo encontrar a las jóvenes.

"Estos coyotes me han dicho que las jovencitas, especialmente de países como Venezuela, Brasil son un 'gran negocio' para los traficantes de humanos o que simplemente si a uno de los 'jefes' le gusta una de las chicas, pues se las quedan", indicó.

Andrade manifestó que incluso dudan de que las jóvenes realmente cruzaran la frontera, y se cree que tal vez desaparecieron en México. 

En el caso de la esposa de Arias, asegura que los traficantes le enviaron una foto de la joven, pero se trataba de un montaje.

Les exigían 6.000 dólares para darle información sobre su paradero, afirmando que la joven estaba en manos de un grupo delictivo.

"Su familia pagó el dinero, sin embargo, solo les mintieron, ahora nuevamente están contactando a su mamá en El Salvador, pero no dan ninguna prueba real de que está viva", dijo Arias.

Le puede interesar: Albergues de EE. UU. se alistan para oleada de migrantes tras fin del Título 42