Las críticas y demandas respecto a la actual emergencia giran alrededor de la falta de oportunidad en la toma de medidas y la politización en el abordaje de tal eventualidad que ya deja un saldo preliminar de nueve muertos.

Los ministros todavía no hacen acto de presencia en las zonas de desastre para identificarse con las víctimas y ofrecer una salida a sus desgracias.

Los políticos, ni los que cumplen funciones en el Poder Ejecutivo, ni los que tienen representación en el Congreso Nacional, han salido a atender "en primera persona" la presente urgencia.

El propio designado presidencial, Salvador Nasralla, ha denunciado: "No se están tomando las decisiones por un sesgo político, se sigue con la costumbre de apoyar únicamente a los damnificados que tengan carnet del partido de Gobierno".

De su lado, la designada presidencial Doris Gutiérrez ha pedido que se ponga oídos atentos a la solicitud de los alcaldes de la zona del Trifinio para que el Gobierno Central realice la transferencia de fondos que permitan atender las comunidades afectadas por los fenómenos naturales.

Las demandas de los jefes edilicios son muchas y sus exigencias es que sean consideradas como una prioridad. Están a la espera que el Gobierno Central actúe con prontitud y que apruebe los fondos necesarios para dar respuesta a la emergencia ocasionada por las lluvias.

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El alcalde de San Pedro Sula, Roberto Contreras, cuestionó que los políticos "brillen" por su ausencia en estos tiempos de calamidad ocasionada por las difíciles condiciones climáticas.

Mauricio Arias, titular de la municipalidad de Copán Ruinas, dijo que el sector está bajo alerta roja por las lluvias que han ocasionado la destrucción de la infraestructura. Urgió la atención pronta de las dependencias con atribuciones para intervenir en las actuales condiciones; de lo contrario, amenazó con tomar acciones de presión.

Y es que el deterioro de las carretas se ha agravado en la presente temporada de lluvias en los departamentos de la zona occidental del país.

Se estima que el 50 por ciento de la red vial de los términos de Copán y Santa Bárbara ya presentaba deterioro antes del temporal que afecta hoy día, pero la destrucción es mayor por causa de las lluvias.

En la parte oriental, específicamente en la ruta hacia Trojes, El Paraíso, se ha anunciado las dificultades para el transporte y distribución de alimentos y combustibles.

En ese mismo departamento, los pobladores de siete comunidades están aislados por efecto de las precipitaciones que han causado inundaciones y derrumbes.

En la región norte, la situación es crítica. El número de evacuados sobrepasa los 6,000 y los trasladados a los albergues son más de 3,000.

Más de 40 albergues están habilitados en Cortés. En el caso concreto de la cabecera departamental, San Pedro Sula, son 900 las personas que han sido ubicadas en centros de refugio.

Alrededor de 25 comunidades están afectadas por las inundaciones en Villanueva, Cortés. Las autoridades del gobierno local estiman que la ejecución de las principales obras de reconstrucción requiere de 500 millones.

Los pronósticos no son buenos. Las próximas diez semanas registrarán fuertes lluvias. Ante las proyecciones de condiciones atmosféricas difíciles, los expertos han pedido -una vez más- que haya una atención planificada de la emergencia y de la etapa de reconstrucción.