A partir del 1 de junio comienza la temporada de huracanes en el Atlántico, la cual finalizará el 31 de noviembre del presente año y se prevé que será más activa que otros años.
El aumento de la actividad se atribuye a varios factores climáticos, de acuerdo con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.
Estas casas son: las altas temperaturas que se registran en el océano Atlántico y en el mar Caribe, como también la debilidad de los vientos alisios y aumento del monzón en el África occidental, lo que traerá olas más fuertes.
Además, otro de los factores sería el fenómeno La Niña, el cual probablemente persistirá durante toda la temporada, según información del portal Univisión.
Este fenómeno que tiene como eje que en el Atlántico puede propiciar una alta actividad, mientras en el Pacífico podría causar un fuerte cizallamiento vertical del viento (cuando la velocidad o dirección del viento cambia mientras se mueve verticalmente) y complica el desarrollo.
En el Atlántico se prevé que se registren entre 14 a 21 tormentas, de los cuales seis podrían llegar a huracanes, de esos tres de categoría entre 3, 4 y 5.
Mientras que en el Pacífico se podrían registrar entre dos a cuatro ciclones tropicales, que incluye tormentas, huracanes y depresiones tropicales.
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