Los aficionados vestidos de azul y dorado, cada vez más numerosos en esta ciudad brasileña, se concentraron en un trecho de la más famosa de las playas de Río de Janeiro para animar al conjunto xeneize a dos días de la final, en una fiesta con cánticos, coreografías, provocaciones y ondeo de banderas.

Pese a que la Conmebol montó una Fan Fest con acceso gratuito también en Copacabana y al que numerosos argentinos han acudido a tomarse fotos al lado de una réplica gigante de la Copa, los aficionados de Boca Juniors escogieron otro lugar de concentración, situado junto a un quiosco playero de propiedad de tres de sus compatriotas.

La previsión es que la fiesta se repita el viernes en el mismo lugar, pero con un número muy superior de participantes, ya que los xeneizes que ya llegaron a Río de Janeiro tienen previsto lanzar un "banderazo" en Copacabana para mostrar su apoyo al equipo y que no son una minoría en esta ciudad brasileña.

Para el viernes está prevista la llegada de una caravana de cerca de 85 microbuses que partió de Buenos Aires con unos 6.000 boquenses.

Las autoridades brasileñas no tienen una previsión clara del número de argentinos que estará en Río de Janeiro el sábado, pero descartan que llegue a los 150.000 como lo calculan algunos medios del país vecino.

Las autoridades consulares consideran que sí pueden superar los 100.000 y que la masa vestida de dorado y azul sólo perderá en número con la que se concentró en Río de Janeiro para acompañar la final del Mundial de Brasil 2014 también en el Maracaná.

Pese a las provocaciones mutuas, la Policía informó que este jueves no se registraron incidentes ni peleas entre hinchas del Boca Juniors y del Fluminense en Copacabana.

La gobernación de Río de Janeiro reforzó la presencia policial en los lugares de concentración de los aficionados argentinos luego de que el lunes una pareja de turistas fuera agredida y robada por tres miembros de una afición organizada del Fluminense que fueron detenidos.

Según el gobierno regional, el número habitual de policías patrullando la ciudad fue reforzado con 2.400 agentes que tendrán la misión de garantizar la seguridad tanto en los alrededores del Maracaná como en los lugares de concentración de aficionados.

Pese a que numerosos hinchas de Boca, en su mayoría sin entrada para el Maracaná, tiene previsto acampar en el Sambódromo, que fue cedido por la alcaldía de Río de Janeiro, los que optaron por hotel ayudaron a que la ocupación hotelera de la ciudad se encuentre en cerca del 90 % de su capacidad.

El Boca confía que, en su duodécima final de una Libertadores, finalmente conquistará el ansiado séptimo título continental e igualará al Independiente argentino, que desde 1984 mantiene un récord de 7 trofeos.

El club xeneize, sin embargo, tiene el desafío de romper cuatro años de hegemonía brasileña, con los dobletes de Flamengo (2019 y 2022) y Palmeiras (2020 y 2021), y de olvidar la polémica final de 2018, que perdió en Madrid ante su máximo rival, River Plate.

Siga leyendo Hinchas de Boca Juniors se toman la playa de Copacabana, en Brasil, y son expulsados a la fuerza