En Honduras, cada 22 horas es asesinada una mujer. Los feminicidios han recrudecido en los meses de octubre y noviembre con el agravante que la impunidad no se ha reducido, sino que tiende a ampliarse.

Las activistas de los derechos de la población de sexo femenino han catalogado la violencia de género como "alarmante" y "terrible", pues basta con revisar las cifras que señalan que, en lo que va de este año, por lo menos 315 ó 320 mujeres han perdido la vida en escenas sangrientas.

Las cifras presentan a un Estado cómplice y responsable de la muerte de mujeres, expediente éstos cuya impunidad se sitúa en un 96 por ciento; es decir que por lo menos nueve de cada 10 asesinatos no es investigado ni concluye en el reconocimiento ni en la impartición de justicia para los culpables

"Los asesinos caminan con toda libertad por las calles y elaboran sus "macabros" planes para identificar quiénes son sus próximas sacrificadas", han recriminado las activistas de agrupaciones que defienden la igualdad de género y luchan porque se haga justicia con los culpables de feminicidios.

Otras estadísticas retratan la violencia derramada sobre la población de mujeres, su estado de indefensión y su condición de vulnerabilidad en Honduras.

Y es que anualmente son presentadas un promedio de 20,000 denuncias de violencia doméstica e intrafamiliar que simplemente son engavetadas.

Repudiable es, también, que cada año son cometidas unas 3,200 violaciones contra menores en edades que oscilan entre los dos y los 14 años, a juicio de los colectivos de mujeres de Honduras.