En las más recientes jornadas electorales, la cantidad de votos nulos blancos ha ido en incremento y la franja de indecisos en Honduras se ha ensanchado.

Para los politólogos abordados por esta casa de radio, el mensaje es muy claro: La clase política no responde a las demandas del pueblo y han llevado a la democracia a la línea de riesgo.

Los presidentes de las últimas décadas han sido electos con un bajo nivel de aceptación que no llega siquiera al cuarenta por ciento.

Ante este fenómeno, políticos independientes y miembros de organismos de la sociedad civil proponen una segunda vuelta y una serie de reformas como la despolitización de las mesas receptoras de votos, un mecanismo de transmisión de resultados más limpio y la renovación de los cuadros de líderes.

Los expertos en Pensamiento y Análisis Político consideran que si no son aprobadas reformas profundas el país va a entrar en una fase crítica que hay que evitar para que las elecciones no sean un factor de convulsión que vendría a agregarse a la problemática económica y al caos social.

Los políticos tienen el reto de recuperar la confianza perdida por parte de la ciudadanía robustecer la institucionalidad electoral y llevar a cabo un proceso completo de limpieza de los líderes partidarios.

Actualmente el país está afectado por una crisis de liderazgos políticos, lo que trae como consecuencia un deterioro de la respuesta de la democracia a las necesidades de las mayorías en una sociedad hondureña cada vez más polarizada.

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