Unos minutos después de ser detenido mientras salía de una iglesia, ubicada en el sector de Los Pinos, al oriente de la capital de Honduras, el capitán en condición de retiro Santos Orellana fue liberado debido a que, según él, no había una orden de captura en su contra.

Durante su detención, Orellana se mostró confiado y afirmó que todo se trata de una persecución por lo denunciado en 2014 y que tiene que ver con el tema de Tony Hernández, hermano del mandatario Juan Orlando Hernández.

"Yo lo tomó como una venganza en contra de mi persona  por haber denunciado los actos.  Estos esperando que investiguen en su sistema. No existe ninguna orden de captura en contra de mi persona", declaró Orellana.

Denunció que "todo el tiempo he sido vigilado, andan detrás de mí motos, carros, sin placas, la misma estructura criminal del país. Habían de buscar resolver la criminalidad en Honduras".

Explicó el momento que fue detenido, "estamos frente a Los Pinos, de repente nos apareció una patrulla, nos rodearon diciendo que nos bajaron, en el cual manifestamos porque, cuando Orellana se identifico y dio los documentos estos manifestaron que tiene una orden de captura pendiente por el Tribunal de Sentencia”.

Recientemente, el Secretario de Defensa Nacional, Fredy Díaz Zelaya, interpuso una querella en contra de las declaraciones del excapitán, luego que este hiciera pública una denuncia sobre la vinculación de altos jerarcas militares con las estructuras del narcotráfico en Honduras.

Por lo que, Orellana comentó que “todos sabemos que hay una contraorden, ya fuimos a una audiencia de conciliación, mañana vamos a audiencia de incidentes a las 10 a.m. pero parece que hay una desobediencia judicial por parte de la Secretaría de Seguridad”.