China ha emprendido campañas de test masivos y decretó confinamientos parciales en varias ciudades del país con el objetivo de poner coto a los últimos rebrotes que han causado más de 300 infectados.

La alta capacidad de contagio de la variante delta está poniendo a prueba las estrictas medidas de control y prevención de las autoridades chinas para frenar la covid.

Aunque los expertos locales confían en que la tasa de vacunación y la experiencia acumulada hasta ahora impidan un rebrote a gran escala.

Estas medidas pasan por realizar, en cuanto se considere necesario, rondas de test masivos en cortos periodos de tiempo.

En confinamientos selectivos en aquellas zonas en las que se detecten casos para trazarlos, aislarlos y obstaculizar la propagación del virus.

Entre las ciudades que ya han emprendido pruebas de ácido nucleico a todos sus residentes se encuentra Wuhan, donde se notificaron los primeros contagios de covid a finales de 2019.

Las autoridades, que tomaron la decisión tras detectar tan solo tres casos domésticos y cinco asintomáticos, también decretaron el confinamiento parcial del barrio de Zhuankou, ahora considerado de “riesgo medio”.

Rebrotes en diferentes provincias de China

Los rebrotes han alcanzado a diferentes provincias, con casos notificados hoy en Hunan (centro, 6), Hubei (centro, 3), Henan (centro, 2), Yunnan (suroeste, 2) y Fujian (sureste, 1), además de en Pekín (norte, 1) y Shanghái (este, 1), ciudad que tampoco registraba un positivo por transmisión local desde hacía seis meses.

No obstante, este último positivo no está relacionado con el rebrote de Nankín, asociado a la variante delta, de acuerdo con las autoridades locales.

Por lo que han ordenado test masivos a todos los empleados del Aeropuerto Internacional de Pudong.

EE.UU llega con retraso a la meta de vacunación de Biden

Por otra parte, Estados Unidos llegó al 70 % de su población adulta con al menos una dosis de la vacuna contra la covid-19 este lunes.

Un mes después de la fecha marcada por el presidente, Joe Biden, y cuando se hace evidente que la meta es insuficiente por la explosión de nuevos contagios.

Es por eso, precisamente, que la Casa Blanca ha defendido que “ha llegado la hora” de extender las obligaciones de vacunarse, algo que el Gobierno federal ya ha hecho con sus empleados y estudia aplicar también en las Fuerzas Armadas.

Foto: EFE

En la rueda de prensa del equipo de respuesta contra la pandemia, el coordinador de dicho equipo, Jeff Zients, puso el acento en la necesidad de extender los requerimientos para vacunarse, como están haciendo algunas empresas como Google o Walmart, además del mismo Gobierno.

 “Es hora de imponer algunos requerimientos basándonos en la realidad de los diferentes riesgos que corren quienes no están vacunados frente a quienes lo están”, dijo Zients.

Estos globos sonda por parte de la Casa Blanca llegaron el día en el que según datos oficiales de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) el país alcanzó el 70 % de su población adulta vacunada con al menos una dosis y el 60,6 % totalmente inoculados.

Datos que, sin embargo, no distinguen a los residentes en el país de los miles de personas que han viajado desde otras naciones, principalmente latinoamericanas, con el propósito único de vacunarse.

Pese a que la barrera del 70 % se ha rebasado un mes después del objetivo marcado por Biden del 4 de julio, Día de la Independencia, se ha logrado ahora gracias a un impulso en los últimos días en la vacunación provocado por el temor a la variante Delta.

El director de datos sobre la covid-19 de la Casa Blanca, Cyrus Shahpar, indicó que en la última semana se han administrado “más de 468.000 dosis, de las que 320.000 han sido a personas que han sido inoculadas por primera vez.

“La media de siete días de los nuevos vacunados es la más alta desde el 4 de julio”, agregó Shahpar, quien instó a “seguir trabajando para vacunar a más personas”.

Hace un mes la pandemia parecía superada en EE.UU. con poco más de 10.000 contagios diarios.

En los últimos 7 días se ha registrado el nivel más alto de contagios de todo el verano, con 72.000 casos al día, un 44 por ciento más que en la anterior semana.

Florida es ahora el epicentro de esta nueva ola, que el Gobierno insiste en definir como la “pandemia de los no vacunados”.

En Florida, de hecho, se ha superado con 10.207 hospitalizaciones por covid-19 el anterior récord de 10.179 alcanzado en julio de 2020, antes de que las vacunas estuvieran disponibles.

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