La coalición conformada por dirigentes políticos, líderes gremiales y miembros de la empresa privada y la industria, fortalecerán esta semana sus acciones de rechazo a la conclusión del acuerdo de la MACCIH.

Representantes de dichos sectores exigen el rescate de la institucionalidad, igual como el respeto a la estructura de la Unidad Fiscal Especial contra la Impunidad de la Corrupción (UFECIC), y  de los juzgados con competencia en dicha materia.

Los principales actores del referido bloque de presión han advertido que están dispuestos a ir hasta las "últimas consecuencias" en la cruzada por la transparencia en el país.

Arguyen estos dirigentes que están unidos alrededor de una causa: La batalla contra la impunidad que consideran la raíz de los problemas estructurales de Honduras.

Líderes religiosos; entre ellos, el cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, han lamentado que Honduras no haya llegado a un acuerdo para extender las funciones de la MACCIH y exhortado a trabajar por la verdad y la justicia.

Ello obliga a los tres Poderes del Estado a tomar en serio su responsabilidad de luchar por la transparencia y en contra de todo aquello que obstaculice perseguir y llevar a castigo a los deshonestos.

Instituciones independientes y representantes de la empresa privada, tanto nacionales como externas han alertado, de su parte, que la no renovación del convenio que dio vida a la MACCIH contribuye a restarle incentivo a la inversión, a deteriorar el clima de negocios, debilitar el Estado de Derecho y reducir la creación de empleos.

Funcionarios de rango del gobierno de Estados Unidos tienen un criterio semejante. A través de sus redes sociales estos altos cargos han asegurado estar "profundamente decepcionados" con Honduras, porque no cumplió con su compromiso de extender la misión de la MACCIH.

El mandatario, Juan Orlando Hernández, ha salido en respuesta a tales cuestionamientos y subrayado la voluntad de continuar la lucha contra la corrupción.

Grupos mayoritarios critican que Honduras no cuente con una alternativa "creíble" contra la corrupción y que el Gobierno no haya mostrado voluntad férrea para alcanzar un entendimiento dirigido a fortalecer la batalla contra la podredumbre en el país.

Concuerdan los analistas abordados por HRN que en Honduras siempre hubo una "hostilidad" hacia la MACCIH y que los Poderes del Estado se unieron para bloquear la permanencia del organismo.

¿Ha sido Honduras un país atrapado por los corruptos? Los referentes de opinión pública de la oposición aseveran que los más altos cargos están ocupados por los deshonestos o por sus aliados.

Politólogos concuerdan en que se dio pábulo a una estrategia para "blindar" a los corruptos, lo que significó practicarle la autopsia y ponerle la lápida a la MACCIH.

Esto ha ocurrido al término de todo un espinoso proceso de discusiones entre quienes forzaban para que se le dotara a la MACCIH de "más dientes" y quienes se opusieron a la persecución de los deshonestos.

Al final, quizás para mal y no para bien de Honduras, se ha sellado con sentencia a muerte el destino de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad.