Las proyecciones apuntan que dicha tendencia se mantendrá por varias semanas, quizás por tres meses, lo que se traducirá en más inflación, mayor presión sobre las tarifas de los servicios públicos y menos acceso de las mayorías pobres a la protección social.
El subsidio aprobado por el Gobierno para amortiguar el encarecimiento de los combustibles no será suficiente para evitar que los precios de los alimentos y de los servicios públicos sean puestos por las nubes.
Autoridades de la Secretaría de Energía pormenorizaron que el subsidio a la gasolina regular y el diésel se suma a la rebaja permanente de 10 lempiras en el valor de los combustibles.
A partir del lunes de la semana anterior, es aplicado en todas las estaciones gasolineras del país el subsidio del 50 por ciento al incremento en los derivados del petróleo.
Fuentes de la Secretaría de Energía, han señalado que esta medida es provisional hasta el domingo 3 de septiembre y con posibilidad de prórroga según tendencia de los precios internacionales de los carburantes.
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El Gobierno ha llevado una política sostenida de subsidios y congelamiento de los precios de los combustibles, han reafirmado los funcionarios de la Administración Central. Desde 2022 se han erogado 1,300 millones de lempiras en subsidio al gas GLP y combustibles líquidos.
Se han dejado de percibir unos 7,800 millones por la rebaja de 10 lempiras por cada galón en concepto del impuesto de Aporte para la Atención a Programas Sociales y Conservación del Patrimonio Vial.
Desde la perspectiva del Gobierno, la política de subvenciones ha contribuido a contener la inflación, a estabilizar las tarifas de energía eléctrica y moderar el costo de los mismos derivados del petróleo hasta llevarlos a un nivel más bajo en comparación con los que están vigentes en el resto de países del área.
El Gobierno Central confirmó que en el Presupuesto de la República está contemplado un remanente de 600 millones de lempiras en caso que la tendencia en el valor de los carburantes siga hacia el alza.
El plan de subsidios tendrá aplicación hasta septiembre, pero lo que se prevé es que la espiral en la cotización de los hidrocarburos se prolongue hasta octubre o noviembre.
Los subsidios son parte de una política que no se puede sostener en el tiempo, en tanto que el encarecimiento de los energéticos presiona sobre la inflación con consecuencias irreversibles en detrimento de la población que vive en precariedad.
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