Christopher Gregor, de 32 años, fue condenado a 25 años de prisión por la muerte de su hijo de seis años, Corey Micciolo, a causa de abuso crónico, luego de obligarlo a correr sobre una máquina de ejercicio. La sentencia fue emitida por el juez Guy P. Ryan, del condado de Ocean, tras un juicio que duró seis semanas. Según información de RT, en mayo, un jurado declaró a Gregor culpable de homicidio agravado, después de que los fiscales presentaran pruebas contundentes del abuso constante al que sometía a su hijo al obligarlo a correr sobre la cinta. Uno de los elementos más impactantes del juicio fue un video del 20 de marzo de 2021, en el que se observa a Corey corriendo a gran velocidad en una cinta de correr, mientras su padre aumentaba la velocidad y la inclinación del aparato. El vídeo muestra cómo el niño se cae repetidamente, intenta levantarse por sí mismo y se golpea contra la máquina de ejercicios. Dos semanas después, el 2 de abril, Corey falleció en el hospital, adonde fue llevado por su padre tras despertar en mitad de la noche con náuseas y dificultad para respirar. 'Abuso sistemático' La grabación fue una prueba crucial para la condena, pero los fiscales dejaron claro que el incidente con la cinta de correr fue solo uno de los muchos episodios de abuso que sufrió Corey. Medios internacionales reportaron en su momento que el abuso crónico fue la verdadera causa de la muerte del menor. Breanna Micciolo, madre del niño, compartía la custodia con Gregor y había denunciado la actitud violenta del padre en más de 100 ocasiones, sin que las autoridades tomaran medidas efectivas para proteger al niño. Sentencia y repercusiones De acuerdo con RT, el juez Ryan condenó a Gregor a cumplir 20 años por homicidio agravado y 5 años adicionales por poner en peligro el bienestar de un niño, penas que se cumplirán de manera consecutiva. El acusado está tratando a (Corey) como si fuera un perro callejero que lo sigue , dijo el juez al emitir la sentencia, según recoge Newsweek. Por eso, aunque respeto las cartas que recibí diciendo que es un padre cariñoso, una imagen vale más que 1,000 palabras y un vídeo vale más que 10,000 palabras , añadió. Aunque Gregor se enfrentaba a una pena de hasta 40 años de prisión, el magistrado explicó que la pena máxima no suele aplicarse a personas con antecedentes penales mínimos.