¿Siente que paga demasiado por el recibo de la luz mes a mes? Siente que en lugar de que los costos bajen, el servicio eléctrico cada vez es más caro, de mala calidad, si es que no está sufriendo de algún apagón.

Esta es una pregunta que se hacen recurrente meses millones de hondureños, dueños de pequeños y medianos negocios. Muchos expresan sentir que trabajan para la ENEE por el alto costo que implica la electricidad para su operatividad comercial. Con justa razón estas quejas están muy bien fundamentadas ya que Honduras tiene los costos promedio de las tarifas eléctricas más altas de Centroamérica según la CEPAL. En cambio, Guatemala tiene el costo promedio más bajo, situándose un 25% por debajo de lo que cuesta un kWh en Honduras.

La respuesta a estas preguntas la podemos encontrar en la opaca y terrible historia que ha tenido el subsector eléctrico hondureño. A pesar de que siempre ha existido la planificación y se han llevado a cabo procesos competitivos exitosos, hemos recurrido a las malas prácticas de las emergencias para buscar solventarlo.

Durante el gobierno del Poder Ciudadano, a pesar de la buena experiencia obtenida en las licitaciones del 2001 las autoridades declararon emergencia en el subsector eléctrico, y otorgaron contratos de forma directa. En aquel entonces las autoridades del Tribunal Superior de Cuentas realizaron una auditoria a varios de estos contratos y consideraron que estaban sobrevalorados. Por lo que recomendaron al Congreso Nacional no aprobar varios de estos contratos. A pesar de ello, muchos fueron aprobados, pero varios nunca entraron en operación. Esto obligó al país a sufrir de recurrentes interrupciones al suministro eléctrico y depender de las importaciones del mercado centroamericano.

Por más de una década muchos de estos contratos estuvieron en proceso de rescisión por parte de la ENEE por incumplimiento. A medida pasaba el tiempo también el Congreso Nacional aprobó muchos otros contratos que tampoco se concretaron, lo que generó una represa de casi 100 contratos que debían ser depurados.

Pero porque es tan importante que un contrato entre en operación comercial en la fecha estipulada se preguntara el lector. Vamos a utilizar un ejemplo sencillo, si la planificación indica que en los próximos 5 años la demanda incrementara de 50 a 100, quiere decir que debemos agregar otros 50 MW en el plazo de esos 5 años. De no llevarse a cabo esta nueva incorporación de producción significa que el país se queda sin energía eléctrica, por lo tanto, sufrimos de apagones.

En el 2022 las nuevas autoridades aprobaron la Ley de Ley Especial para garantizar el Servicio de la Energía Eléctrica como un bien público de Seguridad Nacional y un Derecho Humano de Naturaleza Económica y Social con el objetivo de renegociar los precios de los contratos en operación en un plazo de 60 días. También mandaba a la ENEE depurar los casi 100 contratos que nunca entraron en operación y daba un plazo de 1 año. A la fecha, la ENEE no ha publicado ni los contratos renegociados ni los contratos que debieron ser depurados, incumpliendo con los plazos establecidos por la Ley.

¿Muchos nos preguntamos, porque ha tardado tanto la ENEE en renegociar y depurar contratos si existía una alta urgencia y de dar cumplimiento a la Ley de Energía?