Aunque apenas fue inaugurado a finales de noviembre, el Corredor de Occidente, que generó cinco mil doscientas fuentes de empleo durante su construcción, ha generado un gran impacto en esa zona del país.

Gracias a esa carretera, se ha incrementado el comercio de maíz, frijoles, yuca, camote, chile, tomate, rábano, repollo, plátano y café, manualidades y artesanías, que son exportados a través de empresarios internacionales.

Los tramos de La Entrada- Santa Rosa de Copán con 46.30 kilómetros de dos carriles, La Entrada- Copán Ruinas-El Florido con 36.18 kilómetros y desde Los Ranchos-El Florido de 36.59 kilómetros de carretera de concreto hidráulico han incrementado el flujo de turistas nacionales y extranjeros.

“Entre más personas llegan, más oportunidades tenemos de vender nuestros productos como artesanías de tusa, de piedra y pulseras mayas”, señala Teresa López, una artesana de la zona occidental.