El alza constante y abusiva en el costo de la vida traerá serias consecuencias para siete de cada diez hondureños que viven en la pobreza y efectos negativos para el comportamiento de la economía en general.
Los economistas han alertado sobre los resultados de la espiral inflacionaria, ya que -en la medida en que ese indicador se incrementa- el Banco Central tendrá que reducir la cantidad de billetes en circulación y, con ello, sobrevendrán un ascenso en las tasas de interés crediticio, tropiezos en la inversión y dificultades para el desarrollo de emprendimientos.
Uno de los factores que más ha contribuido a aumentar la inflación es el precio de los carburantes y las tarifas de energía eléctrica, de acuerdo con lo explicado por los especialistas.
La meta inflacionaria para 2022 es de cuatro por ciento. Los informes del Banco Central reflejan que la inflación interanual se ubicó en 6.18 por ciento el mes anterior, el más elevado desde 2014, cuando llegó a 6.41 por ciento.
Mientras tanto, la acumulada fue de 1.22 por ciento en enero recién pasado. En los 12 meses precedentes, dicha variación se había mantenido en alrededor de 0.40 por ciento.
El análisis del Banco Central apunta que ese comportamiento fue determinado básicamente por el aumento en el precio del suministro de electricidad y en el valor de los derivados del petróleo.
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La tarifa de energía eléctrica subió en 25 por ciento y también se encarecieron el alquiler de vivienda, los alimentos y las bebidas no alcohólicas.
De los informes generados por la institución que rige la política monetaria y cambiaria, se deduce que la mayor alza en el Índice de Precios al Consumidor se ha registrado en la región oriental con un 2.06 por ciento.
Los departamentos de la zona sur experimentaron un aumento de 1.62 por ciento en la inflación. Luego se ubican la región occidental con 1.33 por ciento; la parte central, donde el incremento fue de 1.27 por ciento; y la franja norte con una variación de 1.18 por ciento.
Se estima que unos cinco millones de hondureños tratan de salir adelante con menos de cinco dólares al día y una de cada cinco personas en pobreza extrema vive con menos de dos dólares.
Estos grupos vulnerables son los que resultan especialmente marcados por la cadena de incrementos en el coste de los principales bienes y servicios.
Los entendidos son del criterio que las políticas del Gobierno que conduce doña Xiomara Castro, tienen que ir dirigidas a encontrar un alivio en la brecha social y crear las condiciones del crecimiento económico, las cuales tienen que ver con la productividad, competencia, inversión de capital, disciplina fiscal, contención del gasto, regulación del endeudamiento y reformulación del plan de gastos e ingresos.
