La relación entre los ingresos y las deudas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), muestran un profundo agujero.

Y es que las pérdidas técnicas y no técnicas, más la alta mora que mantienen los sectores de los abonados y los compromisos con los generadores, acentúan el descalabro de la institución.

La deuda histórica que mantienen al menos cinco instituciones con la ENEE, es de alrededor de 1,500 millones de lempiras. Informes de la "descalabrada" entidad, señalan que los saldos mayores corresponden a las secretarías de Educación, Salud, Defensa, y al Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA).

Esta semana ha trascendido que sólo el SANAA muestra una mora arriba de los 900 millones de lempiras y la factura de Las Fuerzas Armadas es también cuantiosa.

Las cuentas por cobrar de la ENEE son muy altas. Es dinero que no ingresa en las arcas de la empresa y que -en mayor o menor grado- es una situación que ahonda su crisis financiera.

Además de las cuentas que la empresa no ha recuperado, hay que agregar las deudas que mantiene con los generadores de energía térmica y renovable.

Estos compromisos han sido cubiertos en parte. Más de 2,600 millones de lempiras fueron entregados a 73 generadores de energía eléctrica, según se destaca en el primer informe sobre la pre intervención presentado por autoridades de la Secretaría de Finanzas.

En promedio, la facturación por el servicio de energía eléctrica le dejan a la ENEE 2,000 millones de lempiras, cantidad ésta que no es suficiente para disminuir la brecha entre la salida y la entrada de fondos.

Adicionalmente, la elevación de las tarifas aplicadas trimestralmente han representado para la institución 1,700 millones, de lo cual se deduce que el ajuste en el valor de consumo se ha convertido en una de sus principales fuentes de ingreso.

En el estado financiero de la dependencia, se subraya que hasta septiembre de 2019 las cuentas con los proveedores ascendían a 16,000 millones de lempiras. En diciembre de 2018, esta cifra era de 11,000 millones, un incremento de cinco mil millones de lempiras.

Y la deuda externa e interna de largo plazo pasó de 32,300 millones de lempiras -a finales de año pasado- a 33,600 millones de lempiras, a septiembre de 2019.

Las proyecciones son más sombrías que alentadoras, porque los estudios apuntan a que la Empresa Nacional de Energía Eléctrica cerrará 2019 con pérdidas arriba de 5,000 millones de lempiras.

Los conocedores de la materia energética coinciden en señalar que la problemática de la ENEE es como un "rompecabezas" que no puede ser armado.