El alcalde Enrique Peñalosa anunció la medida que empezará a regir a partir de las 7:00 p.m. en esas tres localidades que, hasta ahora, han sido las más afectadas por los disturbios. Las autoridades disponen de 20.000 uniformados para controlar el orden.

La situación que se vive en la capital del país se ha tornado más compleja con el paso de las horas. El alcalde Enrique Peñalosa tomó una dura medida: decretar el toque de queda en tres localidades del sur de la ciudad: Bosa, Ciudad Bolívar.

"Lo que estamos enfrentando no es una marcha, no es un cacerolazo. Aquí lo que tenemos es una minoría de delincuentes destruyendo los bienes públicos y privados de los ciudadanos. Delincuentes, vándalos, que saquean, que roban y que quieren acabar prácticamente con nuestra ciudad", dijo el Alcalde.

El mandatario explicó que la medida busca proteger a la población, y que se desarrolla en esos lugares porque allí es donde se desarrollan los actos delincuenciales. "Hay 1‘600.000 ciudadanos que han validado hoy su tiquete de TransMilenio. La inmensa mayoría de ciudadanos son buenos, trabajadores. No vamos a dejar que una minoría de delincuentes destruya la ciudad". 

En horas de la tarde, los bogotanos han sufrido para poder regresar a sus casas de sus trabajos o sus lugares de estudio. En las principales vías de la capital se observan personas que caminan o hacen largas filas en los paraderos trantando de encontrar transporte. 39 vehículos del sistema TransMilenio han sido vandalizados, incluso en el sur de Bogotá, uno bus fue tomado. En las troncales hacia el sur y el occidente de Bogotá las personas han tenido que tomar camiones para lograr movilizarse. Los improvisados desplazamientos se dan en medio de los disturbios y confrontaciones que se están dando en varios puntos.

En el marco de las protestas y disturbios de este viernes se han vivido hechos violentos. Por ejemplo, un grupo de vándalos se robó un bus SITP en Ciudad Bolívar y lo utilizaron para saquear una tienda ARA en el sur de Bogotá. El impresionante video registra el momento en el que el grupo forzó su entrada al establecimiento y la puerta cae sobre algunos trabajadores que estaban intentando contener a los vándalos. Decenas de personas salieron con artículos como bolsas de leche, e incluso televisores. Cuando la Policía llegó, algunas personas devolvieron los objetos robados.

La Autopista Norte de Bogotá también vivió en la tarde del viernes horas de mucha tensión. La operación de TransMilenio tuvo que ser suspendida y quienes se encontraban movilizándose en los articulados han tenido que pararse y andar a pie para llegar a su destino. Muchas de las estaciones de TransMilenio han sido militarizadas y ha comenzado a llegar el Esmad. Los destrozos en este sistema de transporte en la jornada del jueves fueron significativos. El alcalde Peñalosa cuantificó el costo de los destrozos del paro para la ciudad en 20.000 millones.

En la capital del país se viven momentos díficiles. Las autoridades intentan recuperar el control de muchos puntos clave y hay expectativa por nuevas medidas que puedan tomarse.

Fuente: Semana.com