La Policía junto al Ministerio Público en Cusco, Perú, detectaron una supuesta banda de trata de personas, dedicada especialmente a la venta de recién nacidos.

Dicha banda fue identificada como "Imperiales de San Jerónimo", que hasta el momento de su estructura solo han logrado arrestar a dos mujeres, identificadas como Fanny Hurtado Altamirano y Doris Rosa Huayhua. 

El sitio Alerta News informó que las autoridades lograron desmantelar una mafia de tráfico de bebés, luego de descubrirse que cerca de 20 recién nacidos habrían sido vendidos entre 100 a 200 dólares (2,000 - 4,000 lempiras).

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Así operaban

Según informó de este caso, los medios locales de Perú, esta banda primero conseguía al menor y lo ingresaban en el centro obstétrico clandestino, allí había una secretaría que hacía el papeleo.

Ella elaboraba el certificado y lo firmaba, es decir, no constataba el origen ni quién era la madre consanguínea del recién nacido. 

En dicho lugar las autoridades encontraron vouchers de pago de entidades bancarias, dinero en efectivo, números telefónicos, accesorios para ecografías y un ambiente para procesos abortivos.

Las autoridades informaron que esta banda usaba fetos de recién nacidos para que personas dedicadas a la brujería los compararan para rituales.

Autoridades del Cusco han revelado que la red venía vigilando a madres que posiblemente estaban desesperadas por cuestiones económicas y no deseaban tener a los niños. Las captaban para poder dar a los recién nacidos en adopción ilegal a través de la venta. 

Las autoridades siguen investigando el caso y están indagando el número de bebés que han sido reportados desaparecidos.

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