El director de la Dirección de Asuntos Disciplinarios Policiales (Didadpol) Allan Argeñal, recomendó el martes (06.04.2021) a la Secretaría de Seguridad el despido de oficiales por la detención de la joven enfermera Keyla Martínez, que resultó muerte en posta policial en La Esperanza, Intibucá, al occidente de Honduras.

"La Didadpol se presta  en los próximos 10 días a remitir los dos expedientes de forma individualizada hacía la Secretaría de Seguridad y será el titular de esa dependencia quien decidirá si procede o no la investigación de Didadpol y por siguiente si procede el despido de los oficiales", detalló.

Aclaró que el proceso disciplinario que se sugiere es por algunas anomalías en el arresto de la malograda joven y no por su fallecimiento.

Las investigaciones arrojan que ambos elementos de orden incurrieron en faltas muy graves por no haber seguido el procedimiento adecuado en la detención de la enfermera, sostuvo, Argeñal.

Amplió que entre  las responsabilidades se señala a los agentes de haber actuado de forma negligente, descuido con desinterés en la labor policial, y esto requiere acciones penales que corresponden al Ministerio Público.

 “la investigación inició con 14 miembros de la carrera policial, pero se han ido descartando algunos que no estaban en el lugar y otros andaban patrullando, finalmente nos quedamos con las dos personas que tenían la responsabilidad de cuidar a la joven”, señaló Argeñal.

Antecedente del caso

La aspirante a licenciada en Enfermería Keyla Patricia Martínez fue detenida la noche del sábado del 6 de febrero por escándalo público y por incumplir un toque de queda en la pandemia del covid-19.

Luego fue llevada a una celda policial en La Esperanza, Intibucá, en donde poco después, en horas de la madrugada del 7 de febrero, fue trasladada a un centro asistencial de la zona por supuestamente haberse intentado suicidar, extremo descartado por el Ministerio Público.

El pasado 9 de febrero, el Ministerio Público reveló que Martínez no se suicidó, sino que le quitaron la vida con asfixia mecánica lo que demuestra que fue un homicidio al interior de una celda policial en La Esperanza, Intibucá, en el occidente de Honduras.

La autopsia sobre la muerte de la joven precisó que fue por asfixia mecánica lo que demuestra que se trató de un homicidio, sin embargo, falta aún que agregar algunos resultados anexos, según lo indicado por  el MP.

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