La Semana Morazánica dejará una derrama económica de unos 1,500 millones de lempiras por el desplazamiento proyectado en un millón de personas.

Los empresarios y los emprendedores proyectan que ese período de vacaciones permitirá crear 20,000 nuevos puestos de trabajo y va a generar condiciones para recuperar unos cien mil empleos perdidos por la pandemia.

La reactivación económica, sin embargo, no puede depender de circunstancias extraordinarias como el asueto de la primera semana de octubre, señalan los representantes de la iniciativa privada y pequeños emprendedores.

La apertura de los rubros productivos tiene que ser amplia como ha ocurrido en otras naciones. Honduras es uno de los pocos países donde la economía permanece postrada por las restricciones en la movilización de personas a causa de la pandemia.

El toque de queda debería de ser levantado. No tiene sentido este régimen si ya todas las actividades se han reanudado. Prolongar por más tiempo las limitaciones en la circulación y horarios de trabajo efectivo, es colocar más obstáculos a la recuperación de la crisis sanitaria en todas sus consecuencias.

El Gobierno mantiene su previsión de crecimiento económico de entre 3.2 y 5.2 por ciento para los períodos 2021 y 2022 y conserva su pronóstico de cuatro por ciento para la inflación, mientras las reservas internacionales son suficientes para cubrir entre siete y ocho meses de importaciones.

El crecimiento que se espera es sustentado principalmente por el desempeño positivo de la industria manufacturera, la recuperación de productos textiles, un buen desempeño del sistema financiero, de los servicios y una expansión de los servicios de construcción y comercio.

Por el lado del gasto, se espera que influyan principalmente el alza en las exportaciones, el aumento en el consumo final privado y público, y un leve ascenso en la inversión pública.

Los expertos en finanzas dicen que la economía hondureña necesita crecer por muchos años entre cinco y seis por ciento para que ese comportamiento se refleje en el alivio de la pobreza, mayor empleo, competitividad y llegada de capital para la inversión.

El efecto adverso lo marcan la falta de un plan que impulse la producción de bienes y la oferta de servicios, igual como la adopción de medidas con efectos negativos como el toque de queda, que ya se prolonga por año y medio. Todos estos factores son los que No permiten avanzar hacia la reactivación económica.

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