La situación es más grave de lo que se ha pintado al inicio.

Cinco años retrocedería Honduras por la desaceleración económica. Como se sabe, al término de 2019, el Producto Interno Bruto únicamente se elevará en 2.5 por ciento y no de tres por ciento como se había proyectado.

Los expertos han recomendado la marcha de una estrategia encaminada a atraer mayor inversión. El Gobierno ha anunciado un programa concentrado en el crédito y en el mejoramiento del clima de negocios.

Una revisión somera de las consecuencias del estado de postración en que ha caído el Producto Interno Bruto, permite establecer que los rubros más golpeados son el café y la construcción.

La caficultura dejaría de ser una de las principales fuentes de ingresos por dos causas básicas: El desplome de la economía nacional y la caída sostenida en los precios internacionales. Las divisas generadas por este rubro se reducirán en alrededor de 150 millones de dólares

Y en la industria de la construcción, el retroceso del Producto Interno Bruto influirá en el descenso de 1.5 por ciento de la actividad y en la pérdida de empleos por el orden de 20,000 plazas.

Los empresarios, industriales, economistas y expertos en finanzas han puesto el grito en el cielo, porque consideran que ante el presente estado de recesión la administración gubernamental no ha elaborado un plan de contingencias.

Estos sectores críticos han urgido la puesta en marcha de un programa de reducción de gasto, simplificación tributaria y protección de los puestos de trabajo, además de la expansión de la inversión.