¿De verdad es que están considerando confinar otra vez la economía y encerrar de nuevo a la población?. ¿Acaso es que se les ha vuelto siquiera a cruzar por la mente a quienes toman esas decisiones, volver a los tiempos del encierro para terminar de ponerle la lápida a la productividad y al tejido productivo nacional?.

Son preguntas que por si acaso hay que hacer, toda vez que en los últimos días comenzaron a tomar forma rumores e inquietantes versiones alrededor de esa probabilidad.

Ha transcurrido un año desde que la pandemia nos cayó con tal letalidad que no hay un solo sector que a esta altura no siga resintiendo los efectos arrasadores de la tormenta sanitaria que destruyó el tejido económico, social y humano de Honduras.

La pandemia y el confinamiento de la gente y el cierre de la economía, le ha pasado una carísima factura al país, ha sido una pesada loza sobre la vida humana misma, para pensar que ahora haya siquiera alguien considerando volver a esos tiempos de oscurantismo económico y social.

La pandemia sí, pero el confinamiento y el encierro total, supusieron una especie de lapida para los hondureños, para los medios productivos del país, que no son más que los medios de vida de miles de emprendedores, trabajadores, jefes de hogares, comerciantes y ciudadanos de a pie.

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Cuánto nos costó el encierro para imaginarnos que un año después, haya alguien siquiera considerando una decisión como esa! La cuarentena resquebrajó el tejido productivo, le cerró el grifo de los ingresos a un 67 por ciento de hogares, dejó en suspensión laboral a más de 400 mil trabajadores, el peor índice histórico de desempleo, orilló al cierre a casi un 40 por ciento de pequeños y medianos emprendimientos, tuvo al borde del colapso a las grandes empresas, estancó los ya de por sí ralentizados avances sociales que el país había obtenido en la última década.

¿Acaso es que cree alguien que la economía nacional lo volvería a soportar?. Si más de un millón y medio de hogares cuyas cabezas de familia dependen de sus salarios, apenas si tuvieron ingresos.

El confinamiento y el cierre de la economía no hicieron más que empeorar los medios de vida de los hondureños!. ¿Hay alguien entonces considerando siquiera que se podría volver al encierro?.

Aquí lo que nos queda es terminar de estructurar las políticas sanitarias públicas con las que le vamos a hacer frente a la propagación de la pandemia. No hay otra forma que no sea esa para salvar vidas y salvar los medios de vida! Salvando la economía salvamos también vidas!

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