La presión que la masa salarial ejerce sobre las finanzas públicas ha sido siempre fuerte pero lo que los exorbitantes y desproporcionados salarios que un privilegiado y reducido grupo de altos burócratas percibe, asfixia la ya de por sí exigua economía estatal.

Y esa burbuja salarial de la que sólo se benefician unos cuantos privilegiados, en detrimento de la casi totalidad de la empleomanía pública que en la última escala jerárquica salarial apenas sobrevive con el estipendio mínimo, es la que está estrangulando las empobrecidas arcas públicas, empeorando la curva de endeudamiento interno y externo, y orillando al estado hondureño a su irreversible quiebra financiera.

¿Y cómo no va ser así con salarios que en instituciones como el Banco Central le drenan a las arcas estatales más de 51 millones de lempiras mensuales para sostener una alta burocracia que por cabeza le cuesta al erario público hasta 300 mil lempiras cada mes?.

Dos sendos informes que esta semana divulgó HRN desnudaron esa desproporcionada como inaceptable burbuja salarial a través de la cual, para un caso, cinco subgerentes que tiene el Banco Central devengan cada uno entre 232 y 269 mil lempiras mensuales, o cómo dos directores, nombrados por puras influencias políticas, se echan la nada despreciable bicoca de 272 mil lempiras mensuales!.

¿Cómo no van a estar entonces en rojo las finanzas públicas?.

Cargando con instituciones disfuncionales y parasitarias que como la tristemente célebre Invest Honduras es manejada por dos cabezas que ganan mensualmente, cada una, 233 mil lempiras contantes y sonantes!.

¿Cómo es que no iba a estar el estado hondureño prácticamente en la quiebra?. ¿Cómo es que la deuda pública de Honduras no iba a llegar a la fecha a superar los 14 mil millones de dólares, el 59.6 por ciento del Producto Interno Bruto del país?!.

En el presupuesto de ingresos y egresos de este año, el renglón para sostener la abultada masa salarial, y sobre todo, para sostener la asfixiante burbuja de exorbitantes salarios, el denominado club de los 40, que son los que ganan más de 200 mil lempiras mensuales en el engranaje público, fue ya de 87 mil millones de lempiras!. ¡un aumento de casi 11 mil millones de lempiras en relación al 2021!.

Y mientras en los últimos diez años, se destinó la estratosférica y casi irreal cifra de 500 mil millones de lempiras para mantener la abultada empleomanía pública y la desproporcional y hasta grosera burbuja o club de los 40, la pobreza en estos años se extendió de seis a ocho por cada diez hondureños mientras más de un millón de compatriotas quedaron bajo la condición de desocupados, desempleados o suspendidos.

¿Cómo es que los miembros de este excluyente y privilegiado club de altos burócratas reciben anualmente, en su conjunto, alrededor de 80 millones de lempiras, si no es que más, mientras la mayoría de la población sufre serios problemas y muchas calamidades?.

¿Es que no vamos a condenar acaso una burocracia que además de estéril, nos está resultando onerosa?.

¿No deberíamos haber hecho ya lo que México hizo en su momento con la ley federal de remuneraciones de los servidores públicos que obligó a los altos funcionarios mexicanos a percibir un salario menor al del presidente de la república?.

Es decir, frenar la práctica discrecional de conceder a un reducido y privilegiado grupo de burócratas, beneficios salariales por encima de sus superiores jerárquicos.

Honduras no puede ya tolerar y aguantar más estas castas privilegiadas mientras ya no puede más prevalecer tanta ruindad a nivel de la clase gobernante y política, en detrimento de las mayorías que perecen en esta crisis y que son las víctimas directas de la pesada burocracia y de esta insaciable masa salarial que nos devora.

Llegó el momento entonces de acabar los gobiernos ricos con un pueblo pobre!

VEA: Editorial HRN: Acciones contra la UNAH y propósitos ideológicos